Por: PEDRO VAZQUEZ VAZQUEZ
SALTILLO, Coah.- La región sureste de Coahuila ocupa el primer lugar en suicidios en el estado, con 53; y La Laguna, el segundo, con 39. En todo el estado en este año, se han registrado 117 casos de la llamada “salida por la puerta falsa”, según reveló el director de Servicios Periciales de la Procuraduría de Justicia del Estado, Javier Aldrete Gonzáles.
El resto de las regiones en cuanto a casos de suicidio, se distribuye así: 9 en la Región Centro; 8 en la Carbonífera y 8 en la Norte.
Aldrete Gonzáles, dijo que del total de los casos, 103 son del sexo masculino, y sólo 16 del femenino, y que el rango de edad con más frecuencia de suicidios se ubica entre los 21 y 30 años; seguido por adolescentes y jóvenes de entre 12 y 20 años de edad.
Añadió que el método más usado es el del ahorcamiento, “porque es más barato”, por lo que en este año 86 personas se suicidaron colgándose, de los 117 casos registrados.
Dijo que en el norte las personas se suicidan con armas de fuego, porque tienen más facilidades para acceder a una pistola que en otras partes del estado, mientras que el sureste de Coahuila se usan cuerdas, alambres y mecates para ahorcarse.
Expuso que el segundo lugar de los métodos usados, se encuentra el empleo de arma de fuego, con 17 casos; arrojándose al tren 7; y el resto con pastillas, armas blancas, envenenamiento y lanzándose al paso de los automóviles.
Por su parte el procurador de Justicia, Oscar Calderón Sánchez, dijo que va en aumento el número de casos de suicidios en Coahuila, aunque al igual sucede en todo el país y en el resto del mundo.
Consideró que en el caso de México, por ser la mayoría de los ciudadanos católicos, la Iglesia debe pedir a sus feligreses en sus sermones dominicales que no incurran en esta práctica, y recomendar a quien se sienta tentado de suicidarse a buscar apoyo familiar y orientación profesional.
Recordó que hace un par de años la PGJE realizó un estudio sobre las causas que orillan al suicidio, las que son muchas y variadas, pero sobre todo se derivan de problemas emocionales, psíquicos y económicos; además de la dependencia del alcohol y de las drogas; así como problemas familiares y entre las parejas y matrimonios.