La alimentación rica en grasas saturadas o industrializadas, el estrés, el retraso para tener el primer embarazo, la herencia y el nivel de hormonas (estrógenos), son factores de riesgo para adquirir el cáncer de mama, alerta el IMSS ante los altos índices que se han detectado.
El coordinador de Atención Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social, Edgar Peña Rodrigo, al informar lo anterior señaló que a nivel nacional se detectan en promedio de 33 casos por día, aproximadamente mil al mes ó 12 mil al año, y la mayor incidencia es en mujeres de los 40 a 44 años de edad.
Si se hace una comparación entre mujeres que viven en la ciudad con las del campo, se encuentra que hay más casos de neoplasia mamaria entre las primeras debido a que habitan en zonas industrializadas, adquieren ciertos modos de vida que a la larga se convierten en factores de riesgo, como tener el primer hijo entre los 25 y 30 años de edad y en muchas ocasiones es el único (lo que influye a nivel hormonal).
En comparación con la mujer de campo, tiene más hijos y desde muy joven; las primeras por su ritmo de vida consumen dietas altas en grasas saturadas e industrializadas y trabajan sometidas a un alto índice de estrés, en tanto que las segundas conservan sus costumbres, llevan una vida más natural y menos acelerada.
Explicó que el número de hijos influye para el desarrollo del padecimiento oncológico, ya que los embarazos y la lactancia hacen que la mama madure y se defienda mejor de los factores causantes del cáncer, mientras que un órgano no es más sensible a los efectos nocivos del medio ambiente.
Afirmó que la mayoría de las mujeres acuden al médico cuando el cáncer de mama está en etapa avanzada con presencia de dolor, pérdida de estética y funcionalidad del seno. Sin embargo, aclaró que en sus inicios la enfermedad no se caracteriza por ninguno de estos tres factores, por lo que siempre es recomendable la autoexploración y el acudir a revisión periódica con el ginecólogo además de practicarse la mastografía.