27 septiembre 2003
Jerusalén, (EFE).- Israel y los asentamientos judíos en Gaza y Cisjordania se encuentran hoy sábado en estado de alerta máxima tras el ataque ocurrido en la noche del viernes contra una colonia israelí cerca de Hebrón, en el que murieron dos israelíes, entre ellos una niña de siete meses, y el atacante palestino.
Las Fuerzas de seguridad israelíes han asegurado hoy que el Ejército encontrará a los responsables de la infiltración en el asentamiento judío de Negohot, al suroeste de Hebrón, a pesar de que el único atacante fue abatido.
Hacia las 9,30 hora local, un palestino armado con un rifle de asalto M-16 penetró en el asentamiento Negohot por el noroeste, el único lugar donde no había valla de seguridad, y llamó a la puerta de una casa.
Abrió la puerta un hombre de 30 años, que se encontraba de visita en la vivienda, contra quien el palestino disparó y acabó con su vida, refieren fuentes israelíes.
El dueño de la casa y un soldado abrieron fuego contra el atacante, que trató de escapar mientras disparaba sin cesar contra las casas de alrededor y, en una de ellas, alcanzó a una bebé de siete meses que también falleció por las heridas recibidas.
La huida del miliciano acabó cuando una unidad de reserva del Ejército le dio muerte. Ningún grupo armado palestino se ha adjudicado la autoría del ataque.
Fuerzas de la seguridad peinaron la zona en busca de posibles compinches, pero descartaron su existencia. Sin embargo, fuentes israelíes aseguraron hoy a la radio israelí que el Ejército encontrará a los responsables del ataque.
Los territorios palestinos de Cisjordania y Gaza se encuentran cerrados a cal y canto por la fiesta judía de fin de año (Rosh Hashanah), que comenzó a la caída del sol del viernes y finaliza el domingo por la tarde.
Por otro lado y durante la pasada madrugada el Ejército detuvo a cuatro palestinos, tres en Bittir, al oeste de Betén, y el cuarto al sur de Ramala.