RIYAD, ARABIA SAUDITA.- Estados Unidos sostiene que Al Qaeda quiere derribar el Gobierno saudita pro occidental y a la familia real, pero Riyad insiste en que los radicales que mataron por lo menos a 18 personas en el atentado suicida del domingo no van a desestabilizar el reino.
“Está bien claro para mí que Al Qaeda quiere derribar a la familia real y al Gobierno de Arabia Saudita”, dijo el vicesecretario de Estado Richard Armitage a la televisión Al Arabiya, en declaraciones transmitidas ayer.
El mayor exportador de petróleo del mundo, en lucha contra una violencia islámica insurgente, dijo que perseguirá a los que se encuentren tras el atentado contra un conjunto de viviendas en Riyad y, lo mismo que Washington, culpó de ello a Al Qaeda.
El atentado del domingo, atribuido a la red Al Qaeda de Osama bin Laden, mató a por lo menos 18 personas e hirió a unas 120, incluidos 36 niños. En mayo, otro atentado en un complejo residencial de Riyad mató a 35 personas.
“(El atentado es) una señal de desesperación y no de alguien que va a lograr alterar el equilibrio social o la estructura política de un país”, dijo el embajador saudita, príncipe Turki al-Faisal.
Los medios informativos sauditas dijeron ayer que el atentado de Riyad había llevado la lucha a un nivel sin precedentes, amenazando la estabilidad y la economía del país.
Diarios locales, que normalmente reflejan el pensamiento del Gobierno, dijeron que los atentados suicidas que mataron mayormente a árabes contradecían la postura de luchar contra los “infieles” en el corazón del Islam.
Armitage, que llegó el domingo a Riyad, dijo a los periodistas: “No puedo decir que el atentado de la pasada noche vaya a ser el único y el último. Mi punto de vista es que estos terroristas de Al Qaeda, creo que se trata de Al Qaeda, preferirían tener muchos de estos sucesos”.
Seguidores del saudita de origen Osama bin Laden y su grupo Al Qaeda han amenazado con atacar a los gobernantes reales de Arabia Saudita y a los occidentales en el reino. Una supuesta grabación de audio de Bin Laden el mes pasado amenazó con atacar objetivos estadounidenses dentro y fuera de Estados Unidos.
Arabia Saudita ha estado bajo presión para que actúe contra Al Qaeda desde los atentados contra Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001. La mayoría de los atacantes eran sauditas y Washington culpa del hecho a Al Qaeda.
El atentando del domingo dejó una senda de destrucción a través de 200 villas en el conjunto de viviendas, días después de que países occidentales emitieran alertas contra terrorismo y que Washington cerrase su embajada en Arabia Saudita.
“La búsqueda y la investigación continúan”, dijo un funcionario del ministerio de Interior saudia en la televisión estatal, confirmando las cifras de muertos y heridos. El funcionario dijo que siete libaneses, cuatro egipcios, un saudita, un sudanés y cuatro personas sin identificar murieron en el atentado. Entre los muertos había cinco niños.
No hubo detalles de los atacantes, excepto que fuentes sauditas dijeron que por lo menos fueron dos.
Embajadas occidentales en Arabia Saudita instaron a sus compatriotas a mantenerse vigilantes y que restrinjan sus movimientos.
El ministro de Interior, príncipe Nayef, dijo que el reino no se vería sacudido por el atentado y dijo: “Prenderemos a los autores, no importa el tiempo que pase”.
En mayo, un triple atentado con explosivos en un complejo de viviendas de Riyad causó la muerte de 35 personas, incluidos nueve estadounidenses, y se culpó a Al Qaeda.
En octubre, los funcionarios sauditas dijeron que el reino había arrestado a cerca de 600 personas desde esos atentados, habíendose puesto en libertad a 190 de ellos.
La policía y militantes han chocado varias veces desde mayo y ha habido frecuentes confiscaciones de armas y explosivos.