En algunas entidades como Sonora, donde habrá comicios locales, el ambiente político se ha puesto sabroso y amenaza con subir de tono mientras más se acerca la fecha esperada y con ella los calores sofocantes del verano norteño.
En seis meses las preferencias políticas se modificaron sustancialmente y por primera vez desde 1985 se presenta muy cercana la posibilidad de acabar con el dominio priista y de dar paso a la alternancia política.
Sonora estuvo a punto de ser el primer Estado con un gobierno de oposición cuando en 1985 el cajemense Adalberto Rosas del PAN ganó las elecciones a Rodolfo Félix Valdés del PRI, pero Miguel De la Madrid y Manuel Bartlett se negaron a reconocer los resultados verídicos. Cuatro años después se daría el campanazo en Baja California con la victoria de Ernesto Ruffo.
Curiosamente, los dos principales contendientes a la gubernatura de Sonora son empresarios transformados en políticos con trayectorias destacadas.
Eduardo Bours del PRI realizó su carrera profesional en su empresa familiar Bachoco. De ahí brincó a las organizaciones empresariales para presidir el Consejo Nacional Agropecuario y el Consejo Coordinador Empresarial. En el 2000 fue parte de la directiva en la campaña presidencial de Francisco Labastida y se convirtió en senador de minoría por Sonora.
Ramón Corral del PAN realizó su carrera profesional en Sonora administrando empresas comerciales y restaurantes. Fue presidente del Centro Patronal del Estado y vicepresidente de Coparmex a nivel nacional. Ingresa a las filas del PAN a finales de los ochenta, logra en 1997 ser diputado federal y en el 2000 gana la senaduría al propio Eduardo Bours.
Según la primera encuesta que realizó el diario El Imparcial de Sonora en noviembre del año pasado las tendencias marcaban una preferencia del 63 por ciento a favor de Eduardo Bours contra apenas el 15 por ciento del aspirante panista. El triunfo contundente de Bours en las elecciones abiertas del PRI en contra de aspirantes de la vieja guardia dispararon al aire sus simpatías.
En las encuestas más recientes de El Imparcial y Reforma la distancia entre ambos se acorta en forma impresionante. En promedio Bours mantiene un 45 por ciento de las preferencias contra un 40 por ciento de Ramón Corral. Si tomamos en cuenta la tendencia se trata de un virtual empate técnico de ahí que la posibilidad de que el PAN llegue por vez primera a la gubernatura de Sonora está más cercana que nunca.
Quien gane tiene el reto de transformar Sonora en busca del tiempo perdido. De ser una de las entidades más prósperas y dinámicas de México, Sonora cayó en los últimos lustros en un bache económico y social.
En el 2000 participó con el 2.7 por ciento del Producto Interno Bruto de México, el porcentaje más bajo de todos los estados fronterizos. Chihuahua aportó el 4.5 por ciento Baja California el 3.3 por ciento y Nuevo León el 6.9 por ciento.
De ser líder nacional en producción de granos, algodón, uva, carne de res, puercos, huevos, aves y en captura de camarón y otras especies marinas, Sonora sufre hoy en día una crisis profunda en su economía primaria y sobrevive gracias al comercio, industrias nacionales y a las maquiladoras. Por ejemplo en Caborca, la otrora Perla del Desierto, operan hoy en día menos de 400 pozos agrícolas de un total de 830 que existen.
Cualquiera de los dos candidatos muestra capacidad y experiencia suficientes para emprender una era de cambio en Sonora, pero la gran interrogante es si esa entidad podrá progresar bajo el mismo esquema viciado, corrupto y caciquil que ha prohijado el PRI.
Los últimos tres gobiernos priistas están muy cuestionados. Rodolfo Félix Valdés trajo en 1985 una camarilla de políticos capitalinos que instauró un régimen de corrupción pocas veces visto. Manlio Fabio Beltrones siguió la misma escuela pero además implantó un régimen de represión y persecución política al tiempo que dejaba a Sonora con la deuda más alta de México.
El actual gobernador Armando López Nogales carece de la malicia de sus antecesores, pero tampoco ha tenido el talento para llevar a Sonora a nuevos derroteros.
Estados como Chihuahua, Baja California y Nuevo León, por citar a los fronterizos que han vivido la alternancia, registran experiencias interesantes y podría decirse que positivas.
En cambio Sonora, Tamaulipas y Coahuila dan la impresión de seguir estancados con patrones y esquemas del pasado.
Vistas así las cosas y de acuerdo a las últimas encuestas, la pregunta es obligada: ¿Habrá llegado el momento para la alternancia en Sonora?
* Licenciado en Comunicación por la Universidad Iberoamericana con Maestría en Administración de Empresas en la Universidad Estatal de San Diego.
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