Agencias
LA HABANA, CUBA.- Aportando su granito de arena para un mundo sin armas nucleares, los países de América Latina y el Caribe reafirmaron ayer en La Habana su firme compromiso con la desnuclearización e hicieron un llamado a eliminar las armas de destrucción masiva.
Representantes de los 33 países de la región, donde están proscritas las armas nucleares, participaron en el XVIII periódo ordinario de sesiones de la Conferencia General del Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (OPANAL).
“Ninguna de nuestras 33 naciones tiene armas nucleares y todos ellos expresamente han renunciado a tenerlas, habiéndose consolidado América Latina como zona libre de armas nucleares”, dijo en su discurso el secretario del OPANAL, Edmundo Vargas.
“Se trata ahora de que América Latina no corra el riesgo de sufrir una amenaza nuclear por parte de quienes detentan estas armas”, añadió.
Esta es la primera reunión del OPANAL tras la ratificación el año pasado por Cuba del Tratado de Tlatelolco, con lo que todos los países de América Latina y el Caribe están ya comprometidos a no tener armas nucleares.
En esta conferencia, que inició ayer y terminará hoy en La Habana, se enfatizará la necesidad de establecer mecanismos de cooperación con otras zonas libres de armas nucleares (África, el Pacífico Sur y el Sudeste Asiático), y pedir a las potencias nucleares que no usen sus armas contra aquellos países que no las tienen.
“Nuestro objetivo último ha de ser la destrucción y la eliminación de las armas nucleares y de destrucción masiva de la faz de la tierra”, dijo Vargas.
El vicecanciller cubano Abelardo Moreno resultó electo presidente de esta conferencia, que reúne a casi 200 delegados de 50 países y organizaciones internacionales.
El vicecanciller Fernando Ramírez de Estenoz dijo que La Habana firmó en 1995 el Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (Tratado de Tlatelolco) en solidaridad con las naciones de la subregión.
Indicó que Cuba firmó a pesar de que la única potencia nuclear en América sostiene contra esta nación una política de hostilidad, acentuada por el embargo económico, comercial y financiero y mantiene una base naval en la zona oriental de Guantánamo.
Preguntó al plenario cuánto se podría hacer si sólo con una parte de los 849 mil millones de dólares dedicados a la esfera bélica, casi la mitad de ellos correspondientes a Estados Unidos, se invirtieran en atención a los 815 millones de hambrientos del mundo.
Enrique Román, enviado especial del secretario general de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, llamó ayer, a “no bajar la guardia” frente al peligro de la proliferación y uso de las armas nucleares en el mundo.
El funcionario, ex secretario general de OPANAL, dijo que “hay que ser cuidadosamente optimista porque la situación internacional no está como “para reventar cohetes”.