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CARACAS, VENEZUELA.- El presidente Hugo Chávez, desafiando las críticas internacionales por su trato a los medios venezolanos, amenazó ayer con cerrar las estaciones privadas de televisión si persisten en desestabilizar o crear violencia en el país sudamericano.
El militar retirado, cuyo gobierno confiscó hace dos semanas equipos de microondas al canal de noticias venezolano Globovisión alegando que usaba ilegalmente algunas frecuencias radiomagnéticas, afirmó: "Nosotros no podemos permitirle, sobre todo a las televisoras privadas, que vuelvan a sus andadas; !es que no se lo podemos permitir!".
"Yo lo he dicho y ante el mundo asumiría mi responsabilidad como siempre la he asumido. Pero si los canales de televisión privados vuelven por sus fueros a impulsar desestabilización o violencia en el país, pues ellos no pueden transmitir más, no podrían transmitir más", dijo de forma contundente el gobernante.
Chávez los acusa de orquestar una guerra mediática para acabar con su autodenominada "revolución" de corte izquierdista y de haber sido "centros de comando" del golpe al que sobrevivió en abril del 2002.
La confiscación de equipos de Globovisión generó pronunciamientos de preocupación de organismos internacionales y nacionales, incluyendo al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió una medida "precautelar" para que el gobierno devuelva los equipos confiscados. La organización no gubernamental Human Rights Watch, con sede en Washington, hizo una petición similar argumentando que la medida oficial "tan drástica" limita el acceso a la información y a la opinión.
Chávez, quien frecuentemente califica de "terroristas" y "golpistas" a los medios privados venezolanos, la mayoría de los cuales está controlado por la oposición, dijo en una reunión con empresarios que no permitirá que "algunos sectores vuelvan a incendiar el país", como sostiene que lo hicieron en los días que precedieron su breve derrocamiento.
"!Yo fui muy débil, pero lo he dicho, el Chávez débil se quedó atrás, se quedó atrás!", dijo con vehemencia el gobernante que seis años antes de ganar la presidencia en 1998, lideró un golpe por el que pagó cuatro años de cárcel.