Agencias
LOS ÁNGELES, EU.- Lejos de Hollywood, Dustin Hoffman no dudó en manifestar su opinión.
"La Guerra de Vietnam comenzó con una mentira", dijo en una gala de la iniciativa Cinema for Peace en el pasado Festival de Cine de Berlín.
Eso podría repetirse, advirtió entonces el actor, pero tras el comienzo de la guerra de Iraq, Hoffman suspendió un discurso pacifista que iba a ofrecer ante el mismo foro en su propio país.
En vano, los impulsores de Cinema for Peace esperaron al actor en el Centro Cultural Alemán Villa Aurora, cerca de Hollywood. El coordinador de la iniciativa pacifista de cineastas europeos, Jala Bizilj, comunicó luego que Hoffman recibió e mails llenos de odio y llamados de amenaza, por lo que consideró "no apropiado manifestarse públicamente".
¿Vuelve la ‘lista negra’? Desde hace semanas, un fantasma está recorriendo Hollywood. Se llama "lista negra" y proviene de la época de la Guerra Fría. En la era McCarthy, los actores que simpatizaban con el comunismo eran castigados con prohibiciones de trabajar.
El Sindicato de Actores de Cine de Estados Unidos (SAG por sus siglas en inglés) creyó necesario hacer recientemente una advertencia pública para no recaer en las prácticas de la era McCarthy. En una declaración del SAG, que representa a 90 mil actores, se dijo que existen recomendaciones internas para no dar trabajo a los artistas que se oponen a la guerra.
Entre los que se convirtieron en blanco de los que apoyan la guerra está Martin Sheen. Sus protestas son recibidas con especial sensibilidad porque el público lo conoce actualmente, sobre todo por su papel de Presidente estadounidense en la popular serie televisiva The West Wing. Sheen dio impulso a los rumores sobre la lista negra cuando comentó que los jefes de la cadena NBC le advirtieron que "tienen problemas" con su punto de vista.
También la experiencia del exitoso trío de música country Dixie Chicks contribuye a la inseguridad. Su cantante principal comentó que como texana le daba vergüenza que el Presidente estadounidense George W. Bush, proviniera de Texas. En ese estado de EU, cuya población apoya mayoritariamente al Presidente, se desató el escándalo. El consorcio mediático Cumulus Media ordenó a las emisoras radiales no emitir más canciones de las Dixie Chicks.
El director español Pedro Almodóvar dijo a la prensa, antes de la entrega del Oscar: "La gente aquí parece tener miedo".
Al contrario de lo que ocurre en EU, los artistas en Europa no temen a la "venganza del público" por declaraciones respecto de la guerra de Iraq.
Para impulsar a los participantes en la gala de los Oscar a protestar, aunque sea sin palabras, grupos pacifistas repartieron pins en forma de paloma de la paz para que se los coloquen en los trajes de fiesta.
Cuando Almodóvar quiso colocarse el broche ante los periodistas, se quebró en dos. "Es que la paz es muy frágil", comentó.