Aunque se liberen los permisos de extracción de los mil 900 metros cúbicos rollo total árbol, la industria forestal de Durango trabajará a lo mucho al 30 por ciento de su capacidad instalada, ya que tiene infraestructura para extraer hasta 6.5 millones de metros cúbicos de madera, según lo dio a conocer la Delegación de la Semarnat.
Luis Alfredo Rangel Pescador, titular de dicha dependencia federal en el estado, manifestó que esa gran diferencia entre lo que pueden producir y lo que se permite es la que provoca que presione la industria al bosque tres veces más de lo que es legalmente viable.
Sin embargo, dejó claro que en la actualidad la insuficiencia de materia prima forestal a procesar en la sierra no es subsanada, como antes, con tala clandestina e inmoderada.
Con ello explicó que anteriormente la capacidad instalada de las factorías del ramo se llegaba a registrar en buen nivel sin que coincidiera esa bonanza con los permisos de corte autorizados. Lo anterior, pues, era sinónimo de clandestinaje.
Rangel Pescador, por otra parte, reconoció que con el inicio de las lluvias se reduce diametralmente el volumen de madera que se extrae en el bosque, ello principalmente por dos factores.
Uno es el del riesgo que implica trabajar bajo esas condiciones climáticas. El otro lo constituyen los costos de operación en el traslado, pues los caminos están deteriorados y el tránsito de la trocería es mucho más lento.
El funcionario explicó que la demanda de guías forestales se reduce en los meses de junio, julio y agosto, debido a la presencia de las lluvias durante ese trimestre.
Por ello recomendó a los dueños de aserraderos y a los productores del ramo forestal detener durante ese tiempo su producción, a fin de que no les resulte tan gravoso tener que pagar sueldos y obligaciones patronales y empresariales a pesar de estar en la pasividad.
Abundó que con el arranque de la temporada de lluvias se termina casi por completo la presencia de los incendios, sin que eso signifique la conclusión de las labores correspondientes al combate y prevención de los mismos por parte de la Secretaría.
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A renovar la flora urbana
La representación de la Semarnat en el estado reconoce que las lluvias torrenciales que se registraron en Durango el lunes pasado fueron un hecho inusitado en la localidad; sin embargo, acotó que con ese fenómeno meteorológico se reflejó la necesidad de renovar la flora urbana.
Tomando en cuenta el número de árboles que fueron derribados por el viento de casi 80 kilómetros por hora y la lluvia, factores que elevaron a tromba la categoría de los hechos naturales ocurridos el lunes, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales expuso que es de suma importancia revisar las arboledas que hay en la ciudad para evitar que llegue a ocurrir un acontecimiento de más graves dimensiones.
La dependencia se pronunció porque se tome de experiencia la lluvia y el viento que se presentaron la noche del 23 del presente mes, a fin de evitar que una contingencia así vuelva a dañar la flora urbana de la capital en la forma que lo hizo.