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PYONGYANG, COREA DEL NORTE.- Corea del Norte anunció ayer su disposición a analizar la reciente oferta del presidente estadounidense George W. Bush sobre la concesión de garantías de seguridad, por escrito, a fin de resolver la crisis nuclear.
Un portavoz del Ministerio norcoreano de Asuntos Externos afirmó que su país considerará las garantías de no agresión siempre y cuando se fundamenten en la coexistencia de Pyongyang y conduzcan a la materialización de una solución global bajo acciones simultáneas.
“Ya hemos informado a Estados Unidos sobre esta decisión a través del contacto en Nueva York, que está enfrascado en determinar la intención real de los estadounidenses”, dijo el vocero, citado en reportes de la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA).
El pasado lunes en Tailandia, Bush aseguró que su gobierno ofrecería por escrito garantías de seguridad, respaldadas por Corea del Sur, China Japón y Rusia, al régimen comunista a cambio de que abandone su programa de armas nucleares.
La propuesta estaría basada en la presentación a Corea del Norte de un plan en el que se combinarían sus exigencias de no ser agredido y las de los estadounidenses que quieren su desarme, precisaron fuentes cercanas a la Casa Blanca.
Hace dos días, Pyongyang había rechazado la propuesta, que calificó como “irrisoria”, al reiterar la necesidad de firmar un pacto formal de no agresión para solucionar la crisis.
Respecto a las conversaciones multilaterales, indicó el portavoz que aún es prematuro pronunciarse ante la actual situación, “a menos que Estados Unidos confirme que acepta el principio de acciones simultáneas para resolver el problema nuclear en la península”.
En agosto pasado, Washington, Seúl, Pyongyang, Tokio, Beijing y Moscú, sostuvieron conversaciones para sentar las bases para hallar una solución pacífica a la crisis que estalló en octubre del año pasado, tras la reactivación del programa nuclear norcoreano.
Desde entonces, el régimen norcoreano ha exigido un pacto de no agresión por parte de Washington como requisito indispensable para abandonar sus ambiciones nucleares, a lo que Estados Unidos se había negado en múltiples ocasiones.
De acuerdo con analistas, la nueva propuesta del jefe de la Casa Blanca parece abrir una nueva puerta hacia la solución negociada al conflicto.
En ese sentido se pronunció ayer Corea del Sur, que afirmó que la disposición de Pyongyang es un acontecimiento positivo previo a las conversaciones multilaterales de seguimiento al diálogo de agosto en Beijing.