"No me escondo; no es necesaria la violencia", el mensaje.
TORREÓN, COAH.- El alcalde Guillermo Anaya Llamas visitó ayer a los grupos de invasores de terrenos ubicados al sur oriente de la ciudad por el rumbo de Zaragoza y Los Arenales, donde hace años fueron los basureros municipales “Aquí estoy, no me escondo y no es necesaria la violencia, tampoco las provocaciones ni las manifestaciones ruidosas”, les dijo.
Durante más de dos horas estuvo con ellos, por separado y conforme fue avanzando, primero se detuvo en el sector conocido como “Los Arenales” que de ello sólo tiene el nombre, pues a cada paso la tierra parecía harina y en el entorno, la maleza, garras viejas, la aridez y el quemante sol, se conjuntaban con infinidad de evidencias de que ahí hubo montones y montones de basura ahora sepultados donde pese a ello, ahí quieren levantar su casa.
La presencia del Alcalde no estaba anunciada, pues tan pronto llegó acompañado de varios funcionarios municipales, gran parte de esos sectores que estaban deshabitados, “se llenaron” , lo que a la llegada parecían jacales abandonados medio blancos y sostenidos con viejas tablas, se colorearon y sobre mujeres y niños acercaron.
Así sucedió con la gente de Cuca Orona, con la de Rosa Pérez, después con Gustavo Rodríguez y de su esposa Rosa Guerrero que a toda costa y en todo momento se la pasaba reclamándole al Presidente por qué su falta de ayuda, quería regularización de terrenos, una escuela, agua luz, drenaje y a voz en cuello más que petición, exigía.
Al Alcalde le dijeron de todo, sobre todo “mentiroso” “qué bueno que vino a ensuciarse los zapatos”, “hasta que se dignó a dejar el escritorio” en tanto otros le expresaron confianza, lo animaron a seguir adelante y le reclamaron su insensibilidad política, pues sobre todo la gente de Gustavo Rodríguez lo increpó sobre su presencia, “a qué viene si no nos va a ayudar”.
“A que no me cuenten, les dijo, a ver cómo viven, quiénes habitan los jacales, para saber cómo operan los líderes y quiénes verdaderamente tienen necesidad de una vivienda, igualmente los que andan sólo lucrando”.
En la medida de las expresiones de los posesionarios el Alcalde midió la fuerte división que existe entre ellos, pues cada uno atiende a sus intereses y ahí mismo giró instrucciones a los titulares de Coproder, Desarrollo Humano, Atención Ciudadana, Secretaría del Ayuntamiento, para que sigan atentos a este problema y sobre todo a no crear falsas expectativas.
Y es que dijo más tarde al término de su recorrido que es innegable la fuerte necesidad de vivienda de muchos de ellos, pero no de la mayoría.
A todos les dejó en claro que el Municipio no puede urbanizar o darles agua, luz, drenaje, pavimento a terrenos irregulares o ilegales.
Se deslindó de toda responsabilidad al respecto en cuanto a enfrentamientos de grupos porque destacó la necesidad de que el Gobierno asuma su responsabilidad y ya no tanto en lo que hace a un eventual desalojo, sino a la solución en términos jurídicos por las demandas que supuestamente existen.
Guillermo Anaya Llamas dijo que por la magnitud del problema social que observó ayer, “tal vez sea demasiado tarde para un desalojo” y añadió que esto llegó a tal dimensión a causa de la lentitud de la Procuraduría de Justicia en el Estado y el Gobierno del Estado para actuar.
Yo los apoyo
En este marco de diálogo y bajo el sol del mediodía, acordaron reunirse este lunes a las diez de la mañana en la sala de Cabildo con una comisión representativa y sobre todo “no habrá desalojo, se comprometió porque no es mi competencia”.
Independientemente de quién o de quiénes sean los terrenos, Guillermo Anaya los invitó a establecer mesas de diálogo con los propietarios con miras a que les vendan esos espacios “si algo se les atora, nosotros les vamos apoyar, de eso tengan la seguridad”.
El Municipio invertirá este año ocho millones en la urbanización de varias hectáreas adquiridas en San Agustín, que es por ahora la única alternativa de brindar terrenos baratos a personas de bajos recursos, a través del Coproder.
Niegan indolencia
El Gobierno del Estado no tiene interés alguno en desestabilizar a la administración de Guillermo Anaya Llamas, pues ha recibido de él un trato deferente, cordial y al contrario, le interesa mejorar la coordinación en los esfuerzos por atender problemas sociales tan importantes que existen en el municipio como el de las invasiones, declaró ayer el secretario general de Gobierno, Raúl Sifuentes Guerrero.
“Y no es que sea año político o se trate de meses previos al proceso electoral como argumento para imputarle al Gobierno del Estado, la presencia de grupos de manifestantes en la presidencia municipal, sólo es resultado de demandas de grupos sociales que han hecho crisis y se precisa atenderlos desde una perspectiva social más que partidista”.
Anteayer el alcalde Guillermo Anaya Llamas dijo que por la proximidad del proceso electoral federal no eran algo raro las manifestaciones en su contra en la presidencia municipal, se refirió a ellos como tácticas priistas y acusó que la movilización de los grupos no “era de aquí, sino de Saltillo’, además de presumir que procedieran de la Secretaría de Gobierno”.
Ante eso, el Secretario General de Gobierno expuso que no hay elementos sólidos ni fundamentados para que “el señor Alcalde lo considere de esa manera cuando todo es cuestión de personas y grupos que amarran navajas con intereses diversos”.
Sostuvo la actitud deferente del Alcalde hacia el gobernador del Estado Enrique Martínez y mostró extrañeza con relación a las declaraciones del primero pero enseguida expresó que es necesario incrementar esfuerzos para trabajar de manera coordinada en la atención de rezagos y demandas de grupos sociales que necesitan ayuda.
Como encargado de la política interior del Estado, dijo que vino ayer a Torreón para reunirse con diversos grupos que tienen que ver con este problema, a los cuales les dejó en claro que no hay indolencia o apatía del Gobierno del Estado para actuar, pero en todos los casos “se sigue un proceso y en el caso de las invasiones de terrenos se manejan no sólo los de carácter jurídico, la cuestión de averiguaciones previas, ratificaciones y además hay tiempos, pero más importante todavía es el factor social”.
El funcionario estatal no se deslindó de las responsabilidades que implica al Gobierno del Estado el creciente problema de las invasiones de terrenos y expresó que su visita fue para pedirle a la Procuraduría del Estado la información respecto a lo realizado hasta ahora.
Y explicó que las invasiones lo mismo a las propiedades ejidales que a terrenos privados siguen un proceso, donde el Municipio puede intervenir cuando hay flagrancia y si le interesa no dejarlo crecer, pero cuando se asientan posesionarios en un área, no es cuestión de actuar de la noche a la mañana y tampoco aplicar la “ley del garrote” o la amenaza para darle solución a un conflicto de contenido social tan amplio como en este caso quienes tienen como fin un espacio de tierra.