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Angélica y Maciel, unidos por el amor y el atletismo

LERDO, DGO.- Los atletas Martín Rodríguez Flores y Angélica Maciel Castillo son un ejemplo de que el matrimonio y el deporte no están reñidos, forman una pareja que compagina sus responsabilidades familiares con una disciplina que demanda una preparación diaria planificada.

Martín, de 37 años de edad, y Angélica, de 28 años, contrajeron matrimonio el nueve de julio de 1996, sin embargo, no han interrumpido su participación en competencias atléticas a nivel regional y nacional. Se ha hecho costumbre verlos triunfar, Martín en la categoría libre varonil y Angélica en la libre femenil.

Se conocieron a través del atletismo, a principios de la década de los años noventa, cuando se preparaban con el profesor Gildardo López en las instalaciones del Bosque Venustiano Carranza de Torreón, Coahuila.

Actualmente radican en Ciudad Lerdo, en donde Martín ayuda a sus hermanos en la atención del taller de cerrajería, que heredaron de su padre, mientras que Angélica despacha en la pequeña tienda, propiedad de su madre.

Martín considera que fue una suerte conocer a Angélica dentro del atletismo, pues la afinidad en este deporte les ayuda a entenderse como pareja y deportistas.

Se ayudan en la preparación diaria que requieren para las competencias, Martín elabora los programas de trabajo de Angélica, a la vez se apoya en su entrenador Javier Huerta, residente en la ciudad de Zacatecas.

Angélica entrena de dos a tres horas diarias, Martín de tres a cinco, a mañana y tarde, parte de este trabajo es de pista y el restante corresponde a distancia.

Se comprenden cuando el cansancio cobra su factura, se cuidan mutuamente, sin hacer a un lado las responsabilidades que tienen con su hijo Martín Gebrasi Rodríguez Maciel, de seis años de edad, quien actualmente asiste al Jardín de Niños.

Cambió el futbol por el atletismo

Sobre sus inicios en el atletismo, Martín contó que tenía 17 años de edad y jugaba futbol, era medio volante, un buen día un amigo de su barrio, Juan Martínez Ríos, le pidió de favor que lo acompañara a una carrera atlética, en la cual iba a participar.

En ese entonces Martín tenía una bicicleta y se iba a encargar de proporcionarle agua a Juan durante el recorrido, pues en ese entonces no se colocaban puestos de abastecimiento, como ahora sucede.

La carrera fue en Gómez Palacio, una competencia de seis kilómetros, al inscribirse Juan Martínez, el organizador de la competencia, Sergio Arreola, le preguntó a Juan si su acompañante no iba a participar en la misma.

Martín argumentó que no podía, por traer la bicicleta a su cargo, el organizador insistió y le propuso dejarla encargada en el antiguo edificio de la Presidencia Municipal de Gómez Palacio, ubicado por calle Independencia entre avenidas Morelos y Victoria.

Finalmente lo convencieron y participó en la categoría de Novatos, completó el recorrido, pero al final se sintió mal, máxime que un compañero de estudios en la Escuela Secundaria Técnica 52, Rubén Ahumada, se burló de Martín.

Esa primera participación le dejó como enseñanza que debía prepararse bien para competir, por ello le pidió un programa a Juan Martínez Ríos, quien dudó que lo cumpliría, sin embargo, Martín les demostró lo contrario.

A temprana hora se iba a correr al Parque Victoria o al Canal de Tlahualilo, seguía el programa al pie de la letra, en su siguiente competencia llegó en segundo lugar y le ganó a su amigo Rubén Ahumada, quien terminó en la quinta posición.

A partir de ahí, 1983, empezó a trabajar en forma, su amigo Juan Martínez Ríos lo llevó al Bosque Venustiano Carranza y lo presentó con el profesor Gildardo López, quien fue su primer entrenador y le pidió que dejara el futbol, pues no se podían combinar ambas disciplinas deportivas.

Por su parte, compraba revistas norteamericanas de atletismo, entre ellas Runner World (El Mundo del Corredor), de la cual obtuvo información valiosa, como tips y programas de preparación, los cuales adaptaba a su nivel.

Así poco a poco se metió de lleno al atletismo, en aquellos años los premios eran trofeos, posteriormente aparecieron las primeras bolsas en efectivo.

Javier Tapia

Su encuentro con el entrenador Javier Tapia representa un cambio trascendental en su carrera atlética; conoció a Javier en 1989 cuando iba a competir a Chihuahua, empezaron a intercambiar puntos de vista y surgió el ofrecimiento de prepararlo.

A partir de 1991 empezó a entrenar con Javier Tapia en la ciudad de Zacatecas, empezó a subir su nivel de competencia de manera considerable, apoyado también en su preparación por un grupo de atletas. Es entonces cuando alcanza su nivel óptimo, representó a México en el Campeonato Mundial de Campo Traviesa, el año 1996 en Ciudad del Cabo, África del Sur, llegó en el lugar número 49, fue el primer mexicano en arribar a la meta.

Ese mismo año asistió al Campeonato Mundial de Relevos de Maratón, celebrado en Dinamarca, en donde México obtuvo el sexto lugar por equipos, sus compañeros de relevo fueron; Benjamín Paredes, David Galindo, Gabino Apolonio, Víctor Rodríguez y Rubén García.

Antes, en 1995, había asistido a la prueba eliminatoria de diez kilómetros para los Juegos Panamericanos de Mar del Plata, celebrada en Monterrey, Nuevo León, en la cual obtuvo el segundo lugar, sólo superado por Jorge Márquez.

En 1994 participó en el Campeonato Nacional de Atletismo, en Jalapa, Veracruz, en el cual obtuvo el cuarto lugar en la prueba de diez kilómetros, cuando logró el derecho a participar en el Campeonato Mundial de Campo Traviesa; quedó en quinto lugar en el Campeonato Nacional de Atletismo, celebrado en 1996 en la ciudad de Zacatecas.

Sus mejores tiempos

Los mejores tiempos de Martín Rodríguez Flores son: en Medio Maratón una hora, un minuto y 19 segundos, en el 21K de octubre de 1993 en la ciudad de Chihuahua, llegó en cuarto lugar; el ganador fue Germán Silva.

En la prueba de diez kilómetros su mejor tiempo es de 28 minutos 48 segundos, que consiguió en 1995 en la ciudad de Monterrey, en la eliminatoria para los Juegos Panamericanos de Mar del Plata, Argentina, llegó en segundo lugar, el ganador fue Jorge Márquez.

Su momento cumbre

Martín considera que sus máximos logros en el atletismo los obtuvo en los Juegos Centroamericanos de 1996 en México, con un cuarto lugar; su participación en el Campeonato Mundial de Campo Traviesa de 1996 en África del Sur y en el Campeonato Mundial de Maratón por Relevos de Dinamarca en 1996.

Le faltó participar en una Olimpiada, en parte se debió a la falta de una beca o de un patrocinio para lograr esta meta. A partir de 1997 se dedicó a participar en competencias regionales y nacionales, en las cuales ha obtenido importantes victorias, puso en alto el nombre de La Laguna y de Ciudad Lerdo, su tierra natal.

Para finalizar comentó que en nuestra comarca hacen falta entrenadores de atletismo capacitados, que aprovechen el material humano que hay en la misma, además las autoridades deben ponerle mayor atención a esta disciplina deportiva.

Angélica y Maciel y sus inicios

Angélica Maciel Castillo se inició en el atletismo cuando era alumna de la Escuela Secundaria del Estado “Profr. José Rodríguez González”, de la ciudad de Torreón, participaba en ese entonces en las pruebas de cien y cuatrocientos metros.

“En ese entonces había en la secundaria un club de atletismo, me inscribí en el mismo, representaba a la escuela en competencias locales y regionales, un día me ganaron y me dio mucho coraje”, recordó.

“El profesor Gildardo López estaba presente en el evento y se dio cuenta de ello, se acercó y me dijo que enojándome no iba a ganar, que para triunfar necesitaba prepararme, a partir de esa fecha empecé a entrenar con él”.

“Estuve varios años con él, me daba buenos consejos para llegar a ser una corredora constante, posteriormente pasé a entrenar con Javier Tapia, pero la base de mi carrera atlética la adquirí con el profesor Gildardo López”, reconoció.

A Martín, su esposo, lo conoció cuando entrenaba en el Bosque Venustiano Carranza, en primera instancia fueron amigos, después se fue a entrenar a Zacatecas, en una de las veces que regresó, en 1993, se hicieron novios, después de tres años de noviazgo contrajeron matrimonio.

“Nos respetamos como pareja, como deportistas, él me ayuda mucho en la preparación, me alienta a competir, es una gran persona, fui afortunada al haberlo conocido”, estimó.

Sobre su hijo Martín Gebrassi, de seis años de edad, contó que cuando Martín fue a competir en marzo de 1996 al Campeonato Mundial de Campo Traviesa a Ciudad del Cabo, África del Sur, conoció al corredor etíope Haile Gebrassi.

“En ese entonces estaba embarazada, a Martín le vino la idea de ponerle Gebrassi como segundo nombre a nuestro hijo, en honor de ese gran corredor, el cual posee el récord mundial de Maratón”, añadió.

Para finalizar, consideró que el homenaje que les va a rendir el Ayuntamiento de Lerdo es muy merecido, sobre todo por Martín, a quien calificó como un ejemplo de constancia en el deporte, un marido y un padre de familia íntegro.

Recibirán reconocimiento

El Ayuntamiento de Lerdo entregará un reconocimiento a los atletas Martín Rodríguez Flores y Angélica Maciel Castillo el próximo sábado a las 20:00 horas en el Teatro del Pueblo de la Feria de las Flores, informó ayer el alcalde Luis Fernando González Achem.

Agregó que se les va a entregar una placa para reconocer su brillante trayectoria en el atletismo regional y nacional, en el caso de Martín abarca también el plano internacional.

“El reconocimiento es muy merecido, es una pareja de deportistas ejemplar, han puesto muy en alto no sólo el nombre de Lerdo, sino de La Laguna”, consideró.

Nos sentimos orgullosos de ellos –añadió–, por su disciplina, su entrega, su responsabilidad, su gran pasión por el atletismo, “padre de todos los deportes”.

“Será muy satisfactorio entregarles un reconocimiento a Martín y Angélica, por ello invitamos a todos los atletas de La Laguna a que se sumen a este homenaje”, hizo el llamado.

Se trata –insistió–, de dos grandes corredores de fondo, competencia en la que se necesita perseverancia, entrenamiento diario, una férrea voluntad, disposición para dedicarse al atletismo de manera destacada.

Escuela de atletismo

El Alcalde lerdense insistió en formar una Escuela Infantil y Juvenil de Atletismo en Lerdo, cuya dirección ofrecerá a Martín o Angélica Maciel Castillo, según sus compromisos.

La idea de instituirla es contribuir a la preparación de los niños y jóvenes del Municipio en esta disciplina deportiva, tomando en cuenta que cada año se desarrolla una Olimpiada Nacional en nuestro país, con sus respectivas eliminatorias municipales y estatales.

En nuestro Municipio “hay tela de donde cortar”, por ello se aprovechará la experiencia de estos dos grandes atletas para formar las futuras generaciones de corredores.

“Aunque los recursos del Municipio son limitados, vamos a hacer el esfuerzo para que Lerdo cuente con una escuela de atletismo”, finalizó.

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