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LONDRES, REINO UNIDO.- Jennifer Aniston aceptó que su salud peligro, debido a que sufrió de serios desórdenes alimenticios que la convirtieron en adicta a las dietas.
"Llegó un punto en que estaba muy enferma, mi energía era poca y no me sentía feliz en absoluto", expresó la actriz estadounidense, al periódico londinense Daily Mirror.
"Comencé a tomar vitaminas y ejercitar mucho, pero las cosas fueron demasiado lejos", agregó la actriz. "Ahora he comenzado a alimentarme bien y a hacer ejercicios pero sin volverme loca", admitió la actriz de 33 años al diario inglés, y agregó que el cambio se lo debe únicamente a su esposo, el actor Brad Pitt.
"Todo se lo debo a él. Mi problema empezó cuando comencé a idolatrar a actrices muy delgadas. Me gustaba el pelo que tenían, cómo se maquillaban, sus figuras. Quería convertirme en esa figura imposible, que nunca podría ser", aseguró.