TORREÓN, COAH.- Los problemas de anorexia nerviosa se pueden presentar desde la etapa escolar de los niños, este trastorno se manifiesta con la pérdida de apetito y puede traducirse en una disminución de su peso mayor al 20 por ciento de lo adecuado.
Lo anterior fue informado por Laura Ninar García Sabaj, coordinadora delegacional de Nutrición y Dietética en el Instituto Mexicano del Seguro Social, quien agregó que los niños enfermos rechazan comer alimentos sólidos y prefieren ingerir líquidos y azúcares, que les proporcionan sólo energía.
La especialista dijo que la anorexia generalmente se inicia desde los primeros años de la vida con la bulimia, que consiste en comer en abundancia y después, sobre todo en la adolescencia, sin poder evitarlo pero conscientes de que lo están haciendo, se provocan vómitos y diarreas con el objeto de perder peso.
Según las estadísticas del IMSS, en el 80 por ciento de los casos, ambas alteraciones alimenticias se presentan en mujeres y en mayor frecuencia en la adolescencia y en jóvenes.
García Sabaj dijo que una vez desarrollada la anorexia nerviosa se puede detectar además por la pérdida de peso, por el trastorno en la percepción de su imagen corporal, ya que a pesar de una extremada delgadez, el paciente insiste en la idea de que tiene un exceso de peso.
Todas estas manifestaciones no son determinantes para que la familia se percate del problema, porque los pacientes tienden a esconderse en los momentos de vómito, diarrea y a ocultar su falta de apetito, para evitar que les presten atención, sobre todo médica, por lo que llegan a sufrir grados muy severos de desnutrición.
La coordinadora de Nutrición del IMSS dijo que la anorexia nerviosa no debe confundirse con alguna actitud inherente a actividades laborales y deportivas, donde es muy estricto el control del peso como entre boxeadores, gimnastas y bailarinas de ballet.
Sobre el tratamiento de esta enfermedad, la especialista comentó que se utilizan diferentes fármacos para evitar el vómito y regular el apetito. Se restituyen las carencias nutricionales con la ingesta de alimentos con un alto contenido proteínico y de calorías, también se da un apoyo psicoterapéutico al paciente y a la familia, para disminuir la tensión y ansiedad.
García Sabaj dijo que la pérdida de peso puede provocar una descompensación diabética o un proceso neoplásico (cáncer). Por ello, resaltó la importancia de identificar oportunamente los factores de riesgo que determinan la bulimia y la anorexia nerviosa.