Año de 1689 se describe una enfermedad bajo el nombre de tisis nerviosa caracterizada por la falta de apetito, rechazo al alimento, hiperactividad, constipación y caquexia y hoy se le rebautiza con el nombre de anorexia. Hoy se le tiene considerada como una enfermedad mental que requiere una atención especializada, la anorexia es alarmante y por lo tanto hay que brindarle toda la atención del caso por que se ha convertido en una verdadera plaga especialmente entre la población femenina de adolescentes y jóvenes, en el caso de los varones la proporción es en México de dos a diez esto quiere decir que por cada diez mujeres anoréxicas se presenta un caso de dos varones anoréxicos.
Se ha vuelto más común en los países industrialmente desarrollados y hasta la fecha no se ha encontrado una causa física que la explique por eso la respuesta psicológica toma fuerza.
Estamos hablando simple y sencillamente de un trastorno de la alimentación, al caer en la enfermedad el objetivo primario no es simplemente lograr estar delgado o delgada, sino saciar el hambre de afecto a través de la aceptación física, necesidad que se puede convertir fácilmente en una obsesión. La enferma o el enfermo piensa constantemente en comida, peso, figura y talla, en ocasiones empieza por algo muy sencillo: una dieta, muchas veces a iniciativa de la propia familia quien la ven gorda o gordo cuando empieza a desarrollarse.
Ahora bien si la madre esta continuamente en dieta, transmite es preocupación por el peso y la figura a la hija, quien aun desconoce como manejar su nuevo cuerpo e imagen decisivos en la adolescencia para ser aceptada en un grupo de amigos.
Síntomas: al bajar de peso, el organismo pierde las claves de hambre-saciedad que existen en un individuo sano. La persona ignora lo que es comer normal, por lo que prefiere seguir a dieta.
Vómitos autoinducidos, ejercicio excesivo, utilización de laxantes y diuréticos, todo ello como estrategia o estrategias para bajar de peso y mantenerse así.
Preocupación eterna por la comida, beber agua se convierte en un pánico, pues piensan que les va a engordar, tristeza, depresión, aislamiento, miedo intenso.
Ahora bien, no es tan sencillo salir de la trama de la anorexia, hay que prevenir de acuerdo a las ideas de Julia Buckyord, expresadas en su obra Anorexia y Bulimia hay cinco consejos prácticos para iniciar la batalla a tan terrible epidemia a saber:
Admita que está enferma o enfermo.
Dispóngase a renunciar al mal uso de la comida.
Propóngase no perder más peso del que se tiene.
Apóyese en su familia.
La autoayuda es fundamental.
Hay que recordar finalmente que para aceptar la propia condición corporal se requiere tener un mínimo de autoestima, misma que se consigue al saberse querida y aceptada por lo que uno es no solo por la imagen.
Piense asertivamente y acertará.