El País
Moscú, Rusia.- Pese a los dos sangrientos atentados que se han cobrado más de setenta muertos esta semana en Chechenia, el presidente Vladimir Putin decidió ayer dar curso al proyecto de amnistía destinado a impulsar el plan del Kremlin para normalizar la situación política en la república independentista caucásica. Putin tomó esta iniciativa en vísperas del discurso sobre el estado de la nación que se pronuncia hoy en el Kremlin y que es considerado como un balance de su mandato, por ser el último antes de la próxima carrera electoral. Ésta comienza en diciembre con los comicios legislativos y culmina con los presidenciales en marzo del 2004. La constitución rusa no favorece la creación de partidos políticos, ya que no vincula la formación de gobierno a los resultados de los comicios legislativos.
El presidente mantiene una popularidad superior al 70 por ciento, pero en los últimos tiempos la idea de que Rusia se ha hecho aún más burocrática que antes y que se ha consolidado como un Estado de abismales diferencias sociales y como cantera de materias primas domina sobre la impresión de estabilidad que acompañó a Putin cuando fue elegido en marzo del 2002 y los rusos le comparaban con el imprevisible Borís Yeltsin.
En política interior, la guerra de Chechenia es el principal problema de Putin, que en el otoño de 1999 se ganó el apoyo de sus conciudadanos con una campaña bélica—aún inconclusa— en el Cáucaso. El referéndum sobre una nueva constitución (especie de estatuto de autonomía), que se celebró en marzo en Chechenia, y una amnistía forman parte del plan del Kremlin para normalizar la república prescindiendo del separatismo radical.
Putin mandó el proyecto de amnistía a la Duma Estatal (cámara baja del parlamento) el lunes, pero lo congeló después del atentado contra una sede del Servicio Federal de Seguridad en Chechenia. El borrador, que la Duma debatirá la semana próxima, afecta a los delitos graves de orden público, pero no a los asesinatos, secuestros, violaciones o actos de banditismo y terrorismo, según detalles difundidos ayer. Según el jefe del comité de legislación de la Duma, Pavel Krasheninnikov, se beneficiarán quienes hayan cometido “asesinatos no premeditados” y “los miembros y organizadores de formaciones armadas ilegales”.