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PARÍS, FR.- Un fiscal de París apeló la decisión de una corte, del mes pasado, de absolver a tres fotógrafos que tomaron imágenes de la princesa Diana y Dodi al Fayed la noche de su accidente fatal en automóvil en 1997, dijeron ayer funcionarios judiciales.
La apelación, que fue presentada el jueves, debería llegar a la corte en las próximas semanas, agregó Fabrice Dubest, un abogado del padre de Dodi, Mohamed al Fayed.
Eso significa que podría coincidir con una investigación británica que comenzará en enero sobre la muerte de Diana, quien falleció con su amigo Dodi y su chofer Henri Paul cuando su auto Mercedes se estrelló en un túnel mientras huían a toda velocidad de los fotógrafos tras salir del hotel Ritz de París.
“El fiscal de París primero esperó ver si Mohamed al Fayed apelaría o no. Este presentó una apelación a finales de noviembre. El fiscal decidió seguir (el proceso) a comienzos de diciembre”, dijo Dubest.
“El caso será presentado ante la corte de apelaciones en las próximas semanas y se reexaminará completamente”, agregó.
Una corte de París decidió que Christian Martínez, Fabrice Chassery y Jacques Langevin no violaron las leyes de privacidad cuando fotografiaron a Diana y Dodi el 31 de agosto de 1997, la noche cuando su auto era perseguido a través de la capital francesa por los paparazzis que iban en motocicletas.
Martínez, de la agencia Angeli, y el trabajador independiente Chassery tomaron fotos de la pareja cuando estaban atrapados en el retorcido Mercedes.
Langevin, quien trabajaba para la agencia Sygma, les había tomado fotos antes del choque, cuando salían del hotel Ritz. Ninguna de las fotos en cuestión ha sido publicada.
La corte dijo que las imágenes tomadas fuera del Ritz no violaban la privacidad porque no se captaron “gestos íntimos”, y destacó que Dodi y Diana estaban bien conscientes de que eran fotografiados.
En relación a las fotos en la escena del accidente, destacó que las puertas del Mercedes estaban abiertas y dijo que un accidente automovilístico en una vía pública no estaba en la esfera de lo privado, requiriendo permiso para entrar.
La evidencia en la investigación inicial determinó que el conductor estaba ebrio al momento del accidente, algo que sus padres rechazaron.
Mohamed al Fayed ha pedido reiteradamente a las autoridades británicas que investiguen el incidente, al insistir en que Diana y su hijo fueron asesinados por los servicios secretos británicos. También pidió que los paparazzi sean castigados por su papel en el accidente.