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JERUSALÉN.- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dio ayer su apoyo al encuentro que tendrá el secretario de Estado Colin Powell con los autores de un plan simbólico de paz para el Oriente Medio a pesar de las objeciones del Gobierno derechista de Israel.
“Agradecemos que la gente hable de paz. Queremos simplemente que la gente entienda que los principios de la paz estén claros”, dijo Bush en Washington respecto de la decisión de Powell de recibir a los moderados israelíes y palestinos que elaboraron el llamado Acuerdo de Ginebra.
Bush dijo que el programa era un ejercicio útil, aunque sigue teniendo prioridad para él la “hoja de ruta” del plan de paz elaborado por las Naciones Unidas, la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia, y fuertemente apoyado por Washington.
Un ayudante del primer ministro israelí, Ariel Sharon, había sugerido horas antes que Washington estaría interfiriendo en la política nacional al llevar a la palestra a los autores del Acuerdo de Ginebra, en lo que parecía una disputa pública entre Israel y su más estrecho aliado.
En El Cairo, las facciones militantes palestinas iniciaron conversaciones destinadas a lograr un acuerdo sobre un alto el fuego que Israel estima indispensable para revivir la “hoja de ruta”, afectada por meses de violencia y desconfianza.
“Creo que las discusiones entre los grupos palestinos están marchando bien. Soy optimista”, dijo a la prensa el primer ministro palestino, Ahmed Qurei, en Cisjordania. El gobernantes partió luego hacia El Cairo para unirse a las discusiones sobre la tregua el viernes, dijeron asistentes.
Powell dijo que se reunirá el viernes con los arquitectos del Acuerdo de Ginebra, pese a las críticas del gobierno de Sharon de que daría una credibilidad inmerecida al acuerdo.
“Mientras las ideas emergen, desde cualquier fuente, me parece que no es inapropiado escuchar a los autores y proponentes de esas ideas”, dijo el secretario de Estado en Bruselas.
Powell dijo que miembros del gobierno de Bush se reunirían con Yossi Beilin, quien negoció hace una década un abortado acuerdo de paz con los palestinos, y Yasser Abed Rabbo, un antiguo asociado del presidente palestino, Yasser Arafat.
Las conversaciones planeadas en Washington han provocado críticas inusualmente duras de Israel hacia Estados Unidos, que ha indicado su impaciencia por la actitud de Sharon ante la “Hoja de Ruta” o plan destinado a poner fin a tres años de violencia.