25 de noviembre de 2003
Madrid, (Notimex).- El ministro británico de Relaciones Exteriores, Jack Straw, expresó hoy su respaldo a un traspaso rápido del poder a los iraquíes para restablecer la seguridad en el país, durante una sorpresiva visita a Bagdad.
"Estoy absolutamente seguro de que cuando más rápido sea el proceso político más ayudará a la situación de seguridad", afirmó el canciller de Reino Unido, aunque reconoció que existen graves problemas para establecer el orden.
En una conferencia de prensa dijo que está consciente de la situación que prevalece en Iraq, lo cual no cambiará de un momento a otro, pero consideró que una medida para garantizar la seguridad será el traspaso del poder a los iraquíes lo más pronto posible.
"Tengo muy claro que la combinación de un proceso político y los esfuerzos militares van a asegurar una transición que se ajuste al calendario de finales de junio y creo que Iraq va ser un mejor lugar con esa transición", indicó.
Las declaraciones de Straw hacen referencia a la propuesta presentada el lunes pasado por el Consejo de Gobierno Iraquí (CGI) ante las Naciones Unidas (ONU) para poner fin a la ocupación, encabezada por Estados Unidos, a más tardar en junio de 2004.
El canciller británico, quien llegó la víspera a Bagdad en una visita no anunciada por razones de seguridad, destacó que el nivel de vida del pueblo iraquí ha mejorado considerablemente tras la caída de Hussein y que será mejor cuando se haya restablecido el orden.
Sobre la permanencia de las tropas británicas y estadunidenses en territorio iraquí, Straw indicó que no existe una fecha específica para su retirada, porque su labor no ha concluido, según informes de prensa conocidos en esta capital.
"Sólo, puedo decir que estaremos el tiempo que el gobierno y el pueblo iraquíes quieran que estemos y aquí hay trabajo para realizar", señaló el jefe de la diplomacia británica, cuyo país mantiene más de mil 800 soldados desplegados en Irak.
Straw insistió en que Irak se transformará con la unión de todos los grupos étnicos y religiosos iraquíes, que deben estar al frente del gobierno y participar en la transición a fin de lograr un país unido y con un mejor futuro.
"La cuestión clave es traspasar el poder a los iraquíes los más rápido posible para asegurar al pueblo iraquí que se mantendrá la integridad del país", reiteró.
En el marco de su visita Irak, la segunda que efectúa desde la caída de régimen del presidente Saddam Hussein en abril pasado, el canciller británico se reunirá con representantes de la administración estadunidense y del CGI.