TORREÓN, COAH.- Fuerte apoyo espiritual representa para los internos del Centro de Readaptación Social (Cereso), la presencia de la Iglesia Católica, pues ayuda a expiar sus almas y les permite soportar el terrible dolor que es estar alejados de sus seres queridos, dijo José Guadalupe Galván Galindo, Obispo de esta ciudad.
Durante la concelebración de la misa efectuada la mañana de ayer en la parroquia Buen Pastor del interior del Cereso, en la que comulgaron 15 niños del albergue del “Padre Manuelito”, monseñor Galván Galindo aseguró que estas personas no están solas.
Los pequeños, que viven junto al penal, conviven con sus padres que purgan una pena y aunque pudieron hacer su Primera Comunión en la Catedral, prefirieron hacerla aquí, junto a sus seres queridos. Incluso escogieron a otros internos como sus padrinos.
La Iglesia trata en la medida de lo posible de apoyar a quienes en estos momentos permanecen al margen de la sociedad por sus faltas cometidas.
Pastoral Penitenciaria es un fiel ejemplo de ello, pues además de brindarles apoyo en el aspecto religioso, también lo hacen buscando un mercado digno para los trabajos que se elaboran al interior del penal con el objeto de conseguirles un precio justo que ayude al sostenimiento familiar.
Además, se les apoya en el aspecto legal, ya que Pastoral Penitenciaria da su visto bueno e incluso hace propuestas de aquellos internos que por su buen comportamiento merecen que se les dé otra oportunidad, dijo.
También, se les da asesoría a quienes deben realizar diferentes trámites para acelerar su libertad, concluyó.