Bruselas.- Los líderes de la Unión Europea se reunieron en Bruselas para advertir a Iraq que tiene una "última oportunidad" para desarmarse pacíficamente, y afirmando su solidaridad con Estados Unidos.
Los quince jefes de estado o gobierno, que fueron convocados por el primer ministro griego, Costas Simitis, escucharon primero al presidente del Parlamento de la UE, Pat Cox, y después al secretario general de la ONU, Kofi Annan.
"Bagdad no debe hacerse ilusiones... El régimen iraquí será responsable de las consecuencias si sigue desafiando la voluntad de la comunidad internacional", dijeron 15 miembros de la UE en una declaración conjunta.
Los gobernantes respaldaron el reclamo de Washington y Londres de medidas rápidas para desarmar a Iraq y dijeron que fue la acumulación de fuerzas militares norteamericanas en la región lo que obligó a Saddam Hussein a colaborar con los inspectores de armas de la ONU.
La declaración final exige a Iraq que cumpla inmediatamente con el reclamo de desarmarse, sin mencionar un plazo, dijo el titular de la Comisión de Asuntos Exteriores de la UE, Chris Patten.
Pero no contiene la frase "el tiempo se agota", reclamada por Londres.
"Eso no podíamos aceptarlo", dijo a la prensa el canciller alemán Gerhard Schroeder.
Previamente parecía que la cumbre se precipitaba a una ruptura luego de que Francia declaró que bloquearía cualquier avance inmediato hacia la guerra.
Gran Bretaña y Francia presentaron posiciones contrarias, ya que Londres exigía un plazo perentorio para entrar en acción y París insistía en dar más tiempo a Iraq para desarmarse pacíficamente.
El presidente francés Jacques Chirac declaró que su país se opondrá a otra resolución de las Naciones Unidas que autorice explícitamente en estos momentos una guerra contra Iraq.
"No hay necesidad de una segunda resolución y Francia no tendría otra alternativa sino rechazarla", dijo Chirac al llegar a la cumbre de la Unión Europea.
El primer ministro británico Tony Blair, el aliado más cercano del presidente George W. Bush, dijo que el lenguaje firme era la mejor forma de evitar la guerra.
"Lo más importante actualmente es dar una demostración de fuerza, no de debilidad, porque ese es el lenguaje que comprenderá Saddam (Hussein). Esa es también nuestra mejor forma de evitar la guerra", dijo.
La ministro de Relaciones Exteriores de España, Ana Palacio, reafirmó también su apoyo a la línea dura contra Iraq, señalando que "es solamente con la creíble amenaza de la fuerza que podremos enviarle el mensaje a Saddam".
Reconociendo la división, funcionarios griegos, cuyo país detenta la presidencia rotativa de la Unión, decidieron esperar a ver qué emana de las discusiones del lunes antes de preparar el borrador de un acuerdo.
El desacuerdo no solamente amenaza los esfuerzos de los británicos y estadounidenses por ganar apoyo para una posible guerra, sino los intentos de la Unión Europea por unificar su posición en el escenario internacional y crear un contrapeso a lo que muchos europeos consideran hegemonía estadounidense.
La ministra de Exteriores española, Ana Palacio, expresó su deseo de que la UE ponga hoy de manifiesto que, "tanto en los principios como en los objetivos, en las cuestiones de fondo, Europa y Estados Unidos están de acuerdo
Reino Unido, España e Italia opinan que Europa no debe dar la sensación de debilidad ni ante EEUU ni, por supuesto, ante Sadam Husein. Es la presión y la amenaza lo que le está llevando a cumplir las exigencias de la comunidad internacional, argumentan.
Las Naciones Unidas "señalaron claramente que esta era la última oportunidad de Iraq para cumplir" con sus resoluciones sobre desarme, dijo Straw. "Eso implica decisiones firmes para toda Europa. Solamente combatiendo la tiranía podremos disfrutar las libertades que tenemos".
El ministro de Relaciones Exteriores de Italia, Franco Frattino, dijo que Roma tampoco ha cambiado su posición en el sentido de que "nuestras políticas se basan en dos pilares: La cohesión de la Unión Europea y una fuerte relación con Estados Unidos".
Su colega danés, Anders Fogh Rasmussen, consideró que el objetivo de todos los europeos "es muy claro: el desarme pacífico de Sadam Husein" a través de la "máxima determinación y unidad".
Rasmussen consideró fundamental, no obstante, "no excluir ninguna opción" en el caso de que el dirigente iraquí no coopere plenamente.
Según el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, la política exterior y de seguridad común de la UE "se ha vuelto un poco ilegible" con tanto escrito.
"Europa debe rehacer su unidad", dijo Juncker, "la política exterior y de seguridad común se ha vuelto un poco ilegible debido a las iniciativas y a los escritos de unos y de otros".