GÓMEZ PALACIO, DGO.- Las investigaciones para detener al resto de la banda de secuestradores del comerciante Edgar Ayala Amaya están varadas. Los oficios de colaboración a las procuradurías de los Estados se enviaron del siete al 12 de febrero, aún falta anexar la resolución del Juez Penal, con el fin de auxiliar en la ejecución de las órdenes de aprehensión pendientes.
Casi ha transcurrido un mes y medio desde que se registró el secuestro el 14 de enero del presente año, en menos de una semana, las autoridades lograron la captura de un presunto e identificaron a dos más, actualmente el caso permanece estancado.
Joaquín Saucedo Flores, subprocurador de Justicia, informó que los oficios de colaboración se enviaron como parte de las investigaciones que realiza la Policía Ministerial, también señaló que el caso de Ayala Amaya se encuentra resuelto en un 85 por ciento.
“Uno de los participantes ya recibió auto de formal prisión, dos sujetos más cuentan con orden de aprehensión y otro punto importante es que no se pagó un peso por el rescate”, dijo el subprocurador.
El funcionario estatal dio a conocer que mediante el departamento de Control de Procesos y basados en los acuerdos de las procuradurías de los Estados, se enviaron los citados oficios a Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Sonora y Baja California Norte.
Para darle celeridad al trámite, Saucedo Flores informó que los documentos se enviaron vía fax y posteriormente se hicieron llegar físicamente, sólo resta esperar la resolución del Juez Penal donde aparecen con detalle los datos de los presuntos delincuentes.
Primeros resultados
Dos días después del secuestro Edgar Ayala Amaya fue liberado, dos días después la Policía Ministerial logró la captura de José Guadalupe Rodríguez Acosta de 33 años, alias “El Gallo”, originario del ejido El Compás y responsable de albergar y liberar al comerciante de fruta.
Con la declaración de “El Gallo” y las comparecencias de otras personas, se logró conocer la identidad de Miguel Argüelles Lara de 35 años, persona identificada como uno de los autores intelectuales del secuestro del comerciante de fruta.
Después de contar con la anterior información, en el departamento de Servicios Periciales se logró elaborar el retrato hablado de Francisco Rubén Gómez Ramos, identificado como uno de los sujetos que protagonizaron el secuestro.
Óscar Menchaca Lara, agente del Ministerio Público, mencionó que Gómez Ramos vive en la colonia Nuevo Refugio y era amigo de Miguel Argüelles Lara, arrendatario de la cantina “La Borrega”, en el ejido San Felipe.
Las investigaciones del Grupo de Homicidios de la Policía Ministerial señalaron que Francisco Rubén trabajó como estibador en los Precos de la PGR, fue empleado de una empresa de refrescos y se desempeñó como custodio del Cereso local.
Se pierde interés
El plagio del comerciante frutero se aclaró en menos de una semana, ahora las investigaciones perdieron ritmo y el resto de la banda sigue libre.
Edgar Ayala Amaya de 30 años fue secuestrado la noche del martes 14 de enero en su negocio localizado en el número 1017 de la avenida Madero de Gómez Palacio, Durango y liberado la madrugada del jueves en las inmediaciones del ejido Coyote, municipio de Matamoros, Coahuila.
Entre las 20:30 y 21:00 horas del martes, llegaron dos sujetos al establecimiento, uno de los asaltantes preguntó por la caja fuerte, la respuesta fue negativa y los atracadores se llevaron al comerciante a bordo de su auto Nissan Almeda 2001, color rojo, placas FYL 1634.
A escasas horas del secuestro uno de los integrantes de la banda hizo varias llamadas desde un teléfono público de Torreón, solicitando el pago de ocho millones de pesos por el rescate.
Alrededor de las 4:30 horas del jueves, sin que se realizase ningún pago, el comerciante de frutas fue liberado en las inmediaciones de la carretera en el ejido Coyote del municipio de Matamoros, Coahuila.
Esposado, despojado de su cartera y alrededor de dos mil pesos en efectivo y sin identificar el sitio en que se encontraba, Edgar Ayala llegó hasta la caseta de vigilancia de la empresa “Wrangler”, donde solicitó auxilio y fue trasladado hasta una caseta de policía.
FUENTE: Archivo El Siglo de Torreón