Argentina, desacreditada y confundida después que Chile le empató 2-2 el fin de semana un partido que parecía ganado, buscará su revancha en Caracas, si es que Venezuela no le da vuelta la cara a la historia que lo señala como la más débil de la eliminatoria sudamericana.
Antes del partido con Chile, los jugadores argentinos consideraron que su rival era peligroso y que no había que confiarse.
Pero el mensaje para enfrentar a Venezuela, al que todos los jugadores argentinos dijeron respetar, es terminante: “Tenemos que ganar”.
“En las eliminatorias pasadas nunca subestimamos a un rival y siempre hay que ganarle al que sea. Hoy es Venezuela pero si fuera Brasil también pensaríamos igual”, dijo el capitán argentino Roberto Ayala.
“Hay que ganarle a Venezuela. El empate con Chile no desestabilizó al equipo y no debemos olvidarnos que esto recién empieza”, destacó por su parte el jugador del Wolfsburgo de Alemania Andrés D’Alessandro.
El ex volante ofensivo de River Plate, que siempre fue elogiado por Diego Maradona, fue una de las figuras contra Chile junto a otro preferido del ex astro argentino, el jugador del Valencia de España Pablo Aimar.
Falta un líder
El entrenador Marcelo Bielsa, quien por primera vez a cargo de la selección argentina vio resignado como le remontaban un 2-0 a favor, tendrá que buscar un líder para que no se repita la historia.
¿Dónde hay un líder?, se preguntó el diario deportivo Olé con una foto de Bielsa caminando con la vista perdida en el piso.
“A esta selección de Bielsa le faltan caciques. ¿Se puede armar un (Daniel) Passarella o (Oscar) Ruggeri?”, destacó.
Cuando Argentina ganaba 2-1 Bielsa decidió reemplazar al mediocampista del Chelsea de Inglaterra Juan Sebastián Verón por el jugador del Inter de Italia Matías Almeyda.
Verón, silbado durante el encuentro y despedido con tibios aplausos desde las tribunas del estadio Monumental de River Plate en reconocimiento a su labor, dejó vacío el liderazgo del equipo que nadie pudo llenar.
Sin el “Cholo” Diego Simeone ni el máximo artillero Gabriel Batistuta, ambos fuera de la selección argentina, el equipo careció del jugador capaz de pegar dos gritos en la búsqueda del orden o la reacción ante similares circunstancias.
Si bien el máximo referente pasó a ser Ayala, el actual capitán suele descontrolarse y no consigue cumplir su papel de líder a pesar de haber sido elegido por sus compañeros más jóvenes.
Verón, de 28 años, aparece como el hombre ideal para cumplir el rol de ordenar al equipo, aunque mucha ayuda externa no recibe considerando que parte del público y un sector de la prensa argentina lo critica cuando entra en acción.