Buenos Aires (EFE).- Un argentino al que sus 415 kilos de peso le tenían varado en su casa de Córdoba desde hace años, además de ser una bomba de tiempo contra su vida, está ya bajo tratamiento para adelgazar al menos 200 kilos en una clínica de Buenos Aires.
El médico especialista en nutrición Alberto Cormillot, uno de los más reconocidos de Argentina, respondió al "SOS" lanzado por los familiares de Ramón D'Angelo la semana pasada y se comprometió a atenderle gratuitamente si ellos conseguían que alguna institución oficial financiase el traslado y los medicamentos necesarios.
Para trasladar a D'Angelo, de 64 años, a la clínica de Cormillot las autoridades de salud de la provincia de Córdoba montaron una operación especial.
Hubo que recurrir a la ayuda de bomberos y policías para sacarlo de su casa, introducirlo en la ambulancia, bajarlo del vehículo y meterlo en la clínica, según informó hoy el diario "Crónica".
Los bomberos usaron un arnés con una polea entre otros elementos para mover a D'Angelo, explicó por su parte un canal de televisión.
El "supergordo", como lo han bautizado los diarios populares, viajó el viernes en una ambulancia especialmente acondicionada en compañía de un médico y de su esposa, Rosa Ferreyra.
D'Angelo tuvo que recibir oxígeno a lo largo de las once largas horas que duró el viaje de 800 kilómetros y sufrió constantes calambres en las piernas debido a la inmovilidad, según contó su esposa.
Cormillot le recibió en su clínica y, aunque no quiso hacer pronósticos hasta no tener los resultados de todas las pruebas, señaló que sólo con 200 kilos, es decir 215 menos que ahora, se podría pensar en una operación para impedir que siga engordando.
"Lo primero es estabilizar al paciente, ya que es de alto riesgo", dijo una fuente de la Clínica de Salud y Nutrición Cormillot al diario "Crónica".
Los familiares de D'Angelo lanzaron la semana pasada un mensaje de socorro a médicos e instituciones para que les ayudasen a salvarlo.
D'Angelo vivía hasta ahora postrado en una cama hecha con bloques de cemento en la ciudad de Córdoba (centro de Argentina) sin recibir atención médica especializada.
El pasado día 1, sufrió un desvanecimiento en el baño a causa de un problema de presión arterial y para levantarlo sus familiares tuvieron que llamar a los bomberos y a un grupo especial de salvamento.
Necesita de oxígeno permanentemente debido a su reducida capacidad pulmonar y tiene muy inflamada la aorta, lo que hace muy peligroso cualquier movimiento.
D'Angelo "no siempre fue gordo", según señalaron sus familiares, quienes recuerdan que empezó a engordar tras sufrir una experiencia que le traumatizó durante la última dictadura militar (1976-1983).
"Fue secuestrado y liberado dos años después. Por las torturas que sufrió le falta piel en una de sus piernas y quedó muy traumatizado", dijo su hija Beatriz.