Reuters
BUENOS AIRES, ARGENTINA.- Al menos 23 argentinos sufrieron heridas ayer a causa de una explosión ocurrida durante lo que parecía una movilización pacífica para conmemorar los dos años de la revuelta que expulsó al ex presidente Fernando de la Rúa.
Decenas de miles de desempleados marcharon a la histórica Plaza de Mayo de Buenos Aires, en la mayor manifestación durante el Gobierno de Néstor Kirchner que se había realizado sin inconvenientes graves durante toda la tarde.
Sin embargo, la calma se rompió cuando en el último acto ocurrió una explosión en el centro de la plaza que ocasionó heridas a 23 personas, según datos oficiales de la Secretaría de Salud del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
“Están todos en observación, pero ninguno está herido de gravedad”, dijo Adriana Ghitia, portavoz de la Secretaría de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Horas antes, un miembro del Servicio de Asistencia Médica de Emergencias -que atendió a los heridos- había dicho a un canal de televisión que había tres manifestantes con quemaduras graves.
Aún no está claro cuál fue el origen de la explosión, pero algunas versiones indicaron que podría haber sido una garrafa -un contenedor de gas-. Otras señalaron un artefacto de pirotecnia o una bomba casera. La policía dijo que no haría declaraciones por el momento y que el asunto estaba siendo investigado.
Las columnas de manifestantes llegaron desde distintas zonas de la ciudad y la provincia de Buenos Aires a la plaza, donde está la Casa de Gobierno, para conmemorar los violentos sucesos del 19 y 20 de diciembre de 2001, que dejaron más de 30 muertos y decenas de heridos.
Lejos de lo que fueron las jornadas violentas del 2001, el sábado hubo poca presencia policial en las calles y el Gobierno de Kirchner indicó que no haría nada para provocar o reprimir a los manifestantes, en su mayoría desempleados conocidos como “piqueteros”.
Sí se dispusieron vallas alrededor de la Casa de Gobierno y los negocios del centro de la ciudad protegieron sus fachadas.
Los líderes de la movilización -en la que también participaron partidos políticos de izquierda y organizaciones de defensa de los derechos humanos- recordaron a las víctimas de los incidentes de 2001 y renovaron sus reclamos de trabajo y alimentos.
“Las causas que originaron el 19 y 20 de diciembre de 2001 siguen abiertas”, dijo Juan Carlos Alderete, líder de la Corriente Clasista y Combativa en su discurso, mientras los manifestantes agitaban pancartas bajo un sol intenso y soportando más de 30 grados de temperatura.
“El pueblo sigue reclamando soluciones de fondo para que haya paz, trabajo, tierra, vivienda y justicia en una patria liberada”, agregó Alderete.
Si bien los indicadores económicos anuncian una recuperación de la economía argentina tras casi cuatro años de recesión, la falta de trabajo sigue siendo el gran problema de un país que tiene a más de la mitad de su población en la pobreza.