Los Ángeles, EU.- Año tras año, los radioescuchas de las diferentes radios angelinas esperan ansiosos los ya tradicionales conciertos masivos que llevan a cabo sus estaciones para así poder disfrutar -aunque sea por unas cuantas canciones- a sus artistas favoritos y del momento.
Por más de ocho horas, el Rose Bowl de Pasadena albergó a más de 50 mil amantes de la música pop en inglés que soportaron el calor del día —y la fría brisa del comienzo de la noche— con tal de corear a sus artistas favoritos.
Y en efecto, este espectáculo fue todo un reality show donde los cantantes subieron al estrado para demostrar —en vivo— su talento. Sin embargo, hubo aquellos —que aunque de renombre— quedaron opacados por los más nuevos intérpretes al llegar al escenario utilizando pistas grabadas con su voz, para en efecto solo “adornar” los micrófonos. Tal fue el caso del legendario músico de rock Sting. Para los amantes de su género, escuchar el nombre del británico en la lista de invitados a cantar significa presenciar una inolvidable interpretación. Sin embargo, en esta ocasión quedó lejos de ser el sobresaliente.
El rockero llegó para acompañar a Craig David en su interpretación del dueto Rise and Fall, y aunque logró gritos y aplausos de los asistentes, desilusionó completamente a sus admiradores al “cantar” a un micrófono apagado.
Otro de los más de 20 invitados fue el exitoso guitarrista mexicano Carlos Santana. Con más de 37 discos grabados, Santana ya se ha convertido en un “nombre de la casa” cuya música y apelativo crece con las nuevas generaciones debido a su apoyo a nuevos artistas que hacen sus pininos en las grandes ligas. Así, después de interpretar varios de sus reconocidos temas y armado de sus ya tradicionales lentes obscuros y gorra negra, Santana llamó a dos de estos cantantes, Musiq y Michelle Branch —que hace dos años estuvo entre la audiencia como una fanática más— para que aprovecharan la oportunidad de cantar al lado del músico jalisciense.
Santana pidió ser “gentiles con los demás” y Sugar Ray dedicó su interpretación de Fly a “los hombres y mujeres militares que nos dan libertad para poder realizar cosas como el Wango Tango”.
Sin duda alguna, el festival fue la prueba de fuego para que los nuevos artistas demostraran de una vez por todas la razón por la cual escalan las listas de popularidad con rapidez, mientras que los ya conocidos reafirman que son valedores del continuo apoyo de sus seguidores. Eso precisamente fue lo que demostró Christina Aguilera.
Como para dar una probadita de lo que se puede esperar en su próxima gira de verano al lado del ex ‘N Sync Justin Timberlake, la joven cantante de descendencia ecuatoriana se apoderó del Rose Bowl como toda una veterana del Wango Tango. Hacía tiempo que no estaba enfrente de una multitud, así que Aguilera aprovechó para divertirse y disfrutar de los aplausos y chiflidos de los asistentes. Cantó varios temas de su nueva producción Stripped mostrándose dueña y señora del estrado.
Aguilera apenas pasa los 20 años de edad, pero sabe qué hacer cuando está en el escenario. Quizá se deba a sus más de cinco años de experiencia o quizá porque es ahí donde se siente como pez en el agua.
Desafortunadamente ese juicio no aplica para Lisa Marie Presley. Seguro que su padre, el rey del rock Elvis Presley, estará aplaudiendo el esfuerzo y valor de su hija, pero no su talento.
El festival —que inició en las primeras horas de la tarde y continuó hasta cerca de las 10 de la noche— contó además con las actuaciones de Tyrese, Boomkat, Jennifer Love Hewitt, O-Town, Joey McIntyre y el ex ‘N Sync J.C. Chasez. Pero sin duda alguna, el más esperado de la noche fue Nelly.