GÓMEZ PALACIO, DGO.- Francisco Marín Pérez de 35 años, fue arraigado por ocho días, a petición del agente del Ministerio Público, con el fin de esperar los resultados de algunas pruebas periciales. También falta de confrontación de testigos y la reconstrucción de hechos donde fue asesinado un profesor jubilado el pasado sábado 23 de agosto.
Julio Alejandro Silva Jiménez, agente del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y Salud de las Personas de la mesa uno, informó que las pruebas de sangre se aplicarán a muestras tomadas de la ropa del occiso y dos ceniceros con los que se privó de la vida a Pablo Unzueta Reyes de 61 años.
Asesorado por su abogado defensor, Marín Pérez hoy niega su responsabilidad en este crimen alimentado por los celos, acepta que estuvo en casa de la víctima, pero ahora deja ver que probablemente una tercera persona estuvo en el lugar de los hechos.
Al respecto, el subprocurador de Justicia, Joaquín Saucedo Flores, manifestó que no hay dudas sobre la presunta responsabilidad de “El Pancho” y confía en los resultados de las investigaciones científicas aplicadas por los peritos, mismos que se darán a conocer en los próximos días.
La misma versión es afianzada por Silva Jiménez. “No hay dudas, si bien los homicidios son delitos secretos, en este caso se determina que siempre hubo dos personas, además el inculpado acepta que él amarró a su víctima y después lo violó”, comentó el representante social.
Como se informó en su oportunidad, el cuerpo sin vida de Pablo Unzueta fue descubierto a las 16:00 horas del lunes 25 de agosto, por la hermana y el sobrino del occiso. El homicidio ocurrió en la casa ubicada en la avenida Bravo 641 sur, de la zona centro.
El cadáver estaba desnudo, tirado boca abajo en la sala, atado de manos y pies por la espalda. El certificado del médico legista indicaba que la causa de la muerte fue traumatismo craneoencefálico, con fractura de bóveda craneana y hemorragia cerebral.
En su confesión, Francisco Marín Pérez de 35 años, vecino del ejido Las Huertas, dijo que la riña empezó porque tocaron a la puerta de don Pablo después de la medianoche. El homicida preguntó a su pareja si esperaba a alguien más, molestó dijo que si no era suficiente con su presencia. El móvil fue pasional.
Por último se informó que además de las pruebas pendientes, también se tomaron muestras de semen y de cabellos, mismos que por su tardanza no serán considerados para la consignación, pero sí dentro del desarrollo de un proceso penal.