Spurs, con Ginóbili, y Nets en atractiva final de la NBA
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SAN ANTONIO, E.U.- Los Spurs de San Antonio tratarán de tomar ventaja como locales sobre los Nets de Nueva Jersey antes de que éstos puedan asentar su juego tras 11 días de espera de las finales del baloncesto profesional de la NBA, que comenzarán hoy.
Los Spurs, conducidos por Tim Duncan —el MVP o Jugador Más Valioso de la liga estadounidense, la NBA— son el mejor equipo de esta temporada y tienen entre sus filas al argentino Emanuel Ginóbili, uno de los novatos más exitosos.
Se presentarán en las finales curtidos por sus enfrentamientos con los Suns de Phoenix, los últimos campeones —por tres años consecutivos— Lakers de Los Ángeles y los sorprendentes Mavericks de Dallas, que llevaron su serie de "playoffs" a seis encuentros en la Conferencia Oeste.
En el último partido, jugado en Dallas el pasado jueves, se produjo una gran actuación del veterano Steve Kerr y el argentino Ginóbili hizo 11 puntos para que los Spurs vencieran por 90-78 y se adjudicaran la serie por 4-2, ganando la corona del Oeste.
Ahora tendrán que enfrentarse al equipo de Nueva Jersey que ha sido el más explosivo de la postemporada de la NBA, pero que probablemente se ha enfriado tras haber ganado 12 de 14 encuentros, incluidos los últimos diez borrando en cuatro partidos a los Pistons de Detroit. Los Nets llevan 11 días sin jugar desde que ganaron la corona de la Conferencia Este.
Los Nets no han conocido derrota desde el 119-114 recibido ante los Bucks de Milwaukee en la ronda inicial el 26 de abril y sus diez victorias consecutivas en los "playoffs" quedaron a dos de romper el récord de la liga.
La espera desde el final de su serie contra los Pistons ha sido beneficiosa para su astro Jason Kidd, que se lesionó el tobillo en el cuarto partido de ese enfrentamiento y que ahora parece completamente recuperado para la serie del mejor de siete choques contra los Spurs, a partir de hoy en San Antonio, Texas.
"El descanso fue bueno tanto física como mentalmente, da la oportunidad de recargarnos para la gran serie", dijo Kidd.
En la final del año pasado, los Lakers eliminaron a los Nets en cuatro encuentros y ahora los campeones del este están ansiosos de que no se repita esa experiencia.
Mientras los Nets se mostraban satisfechos el año pasado por el hecho de haber llegado a las finales, en esta ocasión sus aspiraciones están más altas y quieren llevar el título de la NBA a su cancha de Meadowlands, en Nueva Jersey, por vez primera en su historia.
"Que nos derroten de forma continuada no nos causó una buena impresión", recordó Kidd. "El año pasado creíamos que podíamos competir, pero no pudimos hacer frente a los Lakers".
"Nuestro objetivo ahora es ganar el campeonato. Estamos concentrados en ello", señaló.
UN JUGADOR CREATIVO
"Es indescriptible el sentimiento de felicidad que me embarga", dijo por su parte Ginóbili a la televisión luego del sexto partido ante Dallas Mavericks.
Ginóbili generó todo tipo de elogios, como el del entrenador de su equipo, Gregg Popovich, quien dijo: "La creatividad de este chico es increíble. Sólo le tenemos que dar libertad y las cosas sucederán".
El argentino, nacido el 28 de julio de 1977 en la ciudad de Bahía Blanca, 685 kilómetros al sur de Buenos Aires, debutó en la NBA el 29 de octubre de 2002 y es el primer jugador de su país que participa en una final de la máxima competición de baloncesto del mundo.
En el encuentro inicial de hoy se enfrentarán Duncan, dos veces MVP, y el poderoso centro de los Nets Kenyon Martin, que se ha convertido en uno de los jugadores defensivos más destacados de la NBA, además de su labor de ataque.
El choque de jugadores más interesante será, sin embargo, entre Kidd, reconocido como el mejor base de la NBA, y su opositor en los Spurs, el francés Tony Parker.
Kidd, el mejor creador de juego de la NBA, es el motor de los Nets, la fuerza detrás de cualquier situación clave del encuentro.
Parker ha sido votado como uno de los 50 Personas Más Guapas en la revista People, pero en la cancha tiene otras características y ha mostrado una serenidad notable en el intento de los Spurs de ganar el primer campeonato desde hace cinco años.
Tan impresionante ha sido su juego que, en momentos en que la tensión política era alta entre Estados Unidos y Francia con motivo de Irak, el jugador francés de 21 años seguía siendo tan popular en Texas como el propio presidente George W. Bush en su estado.