Agencias
RIYAD, ARABIA SAUDITA.- Los servicios de seguridad de Arabia Saudita arrestaron a sospechosos de vínculos con el atentado suicida del fin de semana en Riyad, mientras el rey del mayor productor mundial de petróleo prometía actuar con “mano de hierro” contra quienes traten de desestabilizar al país.
“Un grupo de sospechosos vinculados al ataque con bomba fue arrestado. La campaña de persecución de los culpables comenzó inmediatamente después de la explosión. Algunos detenidos fueron puestos en libertad tras ser interrogados”, dijo un diplomático próximo a la investigación.
Mientras que la revista árabe con sede en Londres Al Majalla dijo ayer que Al Qaeda se había atribuido la responsabilidad por el atentado y advirtió de más ataques en la región del Golfo Pérsico.
La publicación indicó que había recibido un correo electrónico de un hasta ahora desconocido miembro de Al Qaeda, Abu Mohammed al Ablaj. La revista identificó a Ablaj como jefe de entrenamiento en Al Qaeda, pero no pudo probarse la veracidad del texto.
El ministro de Asuntos Islámicos de Arabia Saudita, la principal figura religiosa que habla del atentado hasta ahora, dijo ayer que no existía justificación religiosa para el ataque.
“Es una agresión flagrante... contra el Islam, el pueblo del Islam, en la tierra del Islam y durante este (sagrado) mes (del Ramadán”, dijo Saleh bin Abdul Aziz bin Mohamad al Sheij.
Estado de guerra
El embajador de Arabia Saudita en Washington, príncipe Bandar bin Sultán, dijo que el reino estaba “en estado de guerra contra los terroristas”.
“Si el objetivo final de estos actos criminales es desestabilizar al estado saudita y sembrar temor entre la gente, entonces los terroristas han fallado”, dijo Bandar en una declaración al diario saudita Okaz.