Por voz de la presidenta de la Comisión del Transporte del ayuntamiento de Torreón, Mayela Ramírez, se anunció que el servicio urbano será reestructurado en sus 16 rutas, para lo cual se realiza ya el estudio técnico que, al decir de la también regidora, estará terminado para finales del presente mes. A partir del día en que dicho estudio esté terminado, se levantará el telón para dar inicio a la enésima presentación de la misma obra bufa, sólo que ahora la mitad de los actores serán nuevos.
Con la ingenuidad propia de una persona que estrena cargo público, la presidenta de dicha comisión y quinta regidora del ayuntamiento, declaró que “esto no será sólo un proyecto” o un buen propósito como el de “muchas otras administraciones”, con lo que dio a entender que ahora sí la reestructuración va en serio, lo que seguramente puso a temblar a los concesionarios, pues nunca antes habían escuchado tan determinante sentencia.
Al igual que muchas administraciones municipales, la actual está en la ingenua creencia que podrá llevar al cabo el mejoramiento substancial del servicio de transporte, ignorando que para cuando sus integrantes apenas están a la espera del resultado de este nuevo estudio técnico, la mayoría de los concesionarios, los que acostumbran burlarse de la autoridad y del pueblo, ya estarán comentando la forma de cerrar filas para el tercer año de esta administración y lograr que todo siga igual.
Desde luego que se requiere un estudio técnico actualizado para poder tomar determinaciones. Pero si los demás miembros del ayuntamiento, como la regidora, creen que podrán lograr que los concesionarios “entren a varas” sólo porque ese estudio así lo exige, están muy equivocados, pues la única forma de lograrlo es dándoles un ultimátum con el apercibimiento de que, de no cumplir se cancelarán todas las concesiones y se lanzará una licitación pública para que presten el servicio quienes estén dispuestos a cumplir con la ley. Ahí no hay de otra.