WASHINGTON, (Reuters).- Teresa Smith descubrió las subastas de Internet a lo grande hace unos dos años, cuando vendió computadoras Apple Macintosh, con un valor total de 800,000 dólares, a través de sitios de Internet como eBay y AuctionWorks.
Como cientos de otros pequeños empresarios, Smith descubrió que los cibersitios de subastas podrían expandir su alcance y conectarla con clientes desde Hawai a Suiza.
Poco después, contrató empleados y paseó por Boston en su nuevo Mustang Ford convertible.
Pero mientras Smith cobraba los cheques de sus clientes, pocas veces enviaba las computadoras que ellos habían pagado. Smith admitió en una corte en noviembre que había engañado a 300 clientes en lo que las autoridades policiales estimaron serían el mayor caso de un fraude de subasta hasta ahora.
Aunque pocos artistas del fraude operan a la escala de Smith, durante años se han volcado a los sitios online de subastas como eBay y Yahoo para vender autos que no poseen, computadoras que no existen y anillos de diamantes, pero sin diamantes.
Los reportes de fraudes en subastas online se han disparado desde 106 en 1997 a 25,000 en el 2001, según la Comisión Federal de Comercio, superando de lejos otras formas de estafa en la Internet.
Los estafadores comúnmente venden artículos grandes, relativamente genéricos, como computadoras o automóviles, dándoles publicidad con fotos descargadas de otros cibersitios, según Delores Thompson, abogado de la comisión que se enfoca en las subastas fraudulentas.
"Ellos entran, hacen su negocio rápidamente y luego desaparecen", afirmó.
INVESTIGACIóN ES CLAVE
La gran mayoría de las subastas se realiza sin dificultades.
eBay estima que sólo una en 10.000 transacciones en su sitio es fraudulenta.
Sin embargo, los expertos policiales sostienen que los consumidores deberían hacer su investigación antes de pagar miles de dólares por esa computadora PowerMac G4 o por la camioneta Volvo V70.
Los postores potenciales deberían comparar en varios sitios diferentes a determinados precios promedio, según los expertos, para decidir si una oferta en particular es en realidad demasiado buena para ser cierta.
"Mucho recae en el sentido común de parte de nuestros usuarios", dijo el portavoz de eBay, Kevin Pursglove.
Las clasificaciones de "feedback" o respuesta, que son indicaciones de las últimas transacciones de los clientes, son un buen punto para comenzar, dijo Pursglove, aunque los estafadores como Smith a veces crean múltiples identidades o roban las de otras personas.
Los postores también deberían buscar una política de reembolso y contactar al vendedor para hacerle consultas antes de concretar una transacción, agregó.
Thompson, de la comisión de comercio, dijo que los postores deberían asegurarse de tener la dirección del vendedor y evitar enviar cheques a una caseta postal.
Las compras de artículos grandes deberían hacerse con tarjeta de crédito, que tiene una protección antifraude incorporada, o un servicio de pago online, como PayPal, en vez de enviar cheques personales, dijeron los expertos.
O mejor aún, los compradores pueden usar un servicio de custodia, que mantiene su dinero hasta que la mercancía llega a sus manos.
Pero los compradores deberían estar alertas de estos servicios también. Funcionarios policiales dijeron que muchos estafadores han establecido servicios de custodia falsos para concretar sus fraudes.
Los clientes que compran algo en subasta también deben tener en mente no usar algún servicio de custodia recomendado por el vendedor, dijo Thompson, y además tienen que investigar cuidadosamente el sitio de Internet del servicio.
La incapacidad de manejar tarjetas de crédito es probablemente una señal de alerta, así como errores ortográficos u otras confusiones en la letra pequeña, agregó la funcionaria.
"Si es un sitio que luce poco refinado, evítelo", afirmó.
Los compradores también pueden revisar sitios de Internet como http://www.sos4auctions.com, para determinar si hay problemas reportados con algún sistema de custodia en particular.
Luego de cerrar el negocio, Smith se declaró culpable de varias acusaciones de fraude en diciembre y enfrenta una sentencia de prisión de hasta cinco años y una multa de 250.000 dólares, y una orden de devolver el dinero a los clientes que estafó.
Estos clientes, por su parte, han establecido un grupo de apoyo online, llamado iMad, un parodia del popular modelo de Macintosh.