MATAMOROS, COAH.- De un balazo en pleno rostro, María del Socorro Arreola Meave perdió la vida luego que su esposo le disparó a corta distancia tras haber sostenido una discusión durante un baile al que había asistido en el ejido Irlanda, de este municipio. El homicida está prófugo.
Los sangrientos hechos que terminaron con la vida de María del Socorro, de 28 años de edad, vecina del ejido Flor de Mayo, se iniciaron a eso de las 22:30 horas del sábado seis de septiembre, cuando en compañía de su cónyuge, Juan Carlos Delgado Román, alias “El Coy”, de 27 años y con la misma dirección, asistieron a un baile celebrado en el poblado Irlanda.
Durante algunos minutos la pareja bailó animadamente varias melodías, pero de repente, como a las 23:30 horas, la mujer se retiró del festejo en compañía de una prima, dejando atrás a su esposo y ambas se fueron a la casa de unos familiares, ubicada frente a la plaza principal en donde se realizaba la fiesta.
Casi enseguida hizo su arribo Juan Carlos, quien sacó una pistola a la que le cortó cartucho e hizo un disparo al suelo.
Asustada por la actitud que tomó su pareja, María del Socorro corrió hacia el interior de la finca, donde están unos corrales, hasta donde la alcanzó “El Coy” y sin mediar palabra levantó la pistola apuntándole a la cabeza y disparó.
La muerte llegó a María del Socorro en forma instantánea, pues el proyectil le entró en el labio superior para alojarse en el cerebro, sin que siquiera pudiera emitir un grito de dolor.
Al ver lo que había hecho, Juan Carlos de inmediato se dio a la fuga pero minutos después recibió una llamada a su celular de parte de su cuñada Rosa Arreola Meave, de 25 años de edad, a quien confesó el crimen que acababa de cometer.
Para entonces, los cuerpos policíacos ya habían tomado conocimiento de los hechos y los agentes ministeriales se abocaron a la localización de presunto homicida, buscándolo en varios poblados como La Noria, Mapulas e incluso en esta ciudad, pero con resultados negativos.
Guillermo Olivas Jurado, agente del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal de esta población, dio fe del cadáver de la infortunada mujer y ordenó su traslado al anfiteatro para la necropsia de ley.