23 de diciembre de 2003.
GAZA, (Reuters).- Soldados israelíes apoyados por tanques irrumpieron el martes en un campamento de refugiados de la Franja de Gaza y mataron a ocho palestinos, horas después de que una emboscada costara a Israel sus primeros dos soldados muertos en un mes de relativa calma.
El incidente, el más violento registrado en Gaza en semanas, subrayó los obstáculos del proceso hacia la paz un día después de que un ministro egipcio, que intentaba impulsar conversaciones con el gobierno israelí, fuera agredido por militantes palestinos en la mezquita Al-Aqsa de Jerusalén.
El ministro egipcio de Relaciones Exteriores, Ahmed Maher, quien logró un ofrecimiento inicial de Israel de apoyar una tregua que El Cairo busca entre los palestinos, restó importancia al incidente ocurrido en el tercer lugar sagrado más importante del mundo islámico y dijo que continuará la búsqueda de la paz.
Testigos palestinos dijeron que unos 20 tanques israelíes incursionaron en un campamento de refugiados en el área de Rafah en la madrugada del martes, ante lo que extremistas palestinos abrieron fuego. Más tanques, desde los que se disparaban ametralladoras, llegaron en el transcurso del día.
Los soldados israelíes mataron a un hombre de 50 años y a dos militantes, dijeron médicos palestinos, y otro palestino recibió un balazo en el estómago y murió en un hospital.
Un militante radical fue llevado muerto al hospital todavía sujetando una bomba y otro murió por heridas de metralla, un policía palestino cayó muerto cerca de un puesto fronterizo y un curioso murió por un balazo mientras observaba los enfrentamientos desde su ventana, dijeron testigos. Al menos diez palestinos resultaron heridos, según médicos.
El ejército israelí dijo que la operación del martes no era la respuesta a la emboscada realizada el lunes por la noche en el centro de Gaza, en la que murieron dos militares judíos, los primeros israelíes muertos en un mes. Al menos 25 palestinos han muerto en incidentes violentos durante el mismo período.
Un portavoz del Ejército dijo que los soldados entraron en Rafah "como parte de una lucha ininterrumpida" para destruir una serie de túneles usados para pasar de contrabando armas desde el vecino Egipto. Indicó que un túnel fue encontrado en una casa. La última operación de este tipo en octubre duró más de una semana.
"Sangre por sangre y muerte por muerte", gritaron palestinos en los funerales por los muertos en la incursión del martes.
Dos facciones se atribuyeron la responsabilidad de la muerte de los soldados israelíes: las Brigadas de los Mártires Al-Aqsa, vinculadas a la facción Fatah del presidente Yasser Arafat, y la Yihad Islámica, que ha jurado la destrucción de Israel.
MILITANTES PROMETEN VENGANZA
La Brigada de Mártires al-Aqsa, que perdió dos militantes en los sucesos del martes y fue uno de los dos grupos que participó en la emboscada del lunes, prometió devolver el golpe a Israel.
El grupo está vinculado a la facción Fatah del presidente palestino, Yasser Arafat. Israel ha demandado a las autoridades palestinas que reprima a los grupos militantes, en cumplimiento de uno de los compromisos de la llamada "hoja de ruta" hacia la paz y advirtió que tomará medidas unilaterales que podrían privar a los palestinos de algunos de los territorios en los que quieren fundar su estado independiente.
Los palestinos replican que Israel debe cumplir previamente sus promesas de retirar los asentamientos de colonos e impedir nuevos en tierras ocupadas, así como suspender la construcción de un polémico muro en la Cisjordania, que los israelíes dicen que tiene sólo el fin de impedir más ataques suicidas.
Egipto ha estado intentando sentar en una mesa de negociaciones a israelíes y palestinos y lograr un alto el fuego por parte de las facciones de militantes.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, señaló el lunes al canciller egipcio Maher que Israel acogería una tregua de militantes palestinos y "respondería con calma".
Sin embargo, la histórica visita de Maher, la primera de un egipcio de alto rango desde que comenzó el levantamiento palestino en 2000, se vio empañada por la actuación de radicales palestinos.
Según testigos y la policía, la multitud abucheó, empujó y tiró zapatos contra él y su comitiva en el tercer lugar más sagrado del Islam, donde había ido a rezar tras las conversaciones con los israelíes. Golpear a alguien con el calzado es un insulto tradicional entre los musulmanes.
Maher, de 68 años, fue trasladado inmediatamente al hospital tras el incidente, que le dejó con un paro respiratorio.
"Lo que pasó sólo refuerza nuestra determinación de trabajar por la paz y los derechos palestinos", dijo Maher al llegar a El Cairo, mientras funcionarios palestinos condenaban el ataque contra el diplomático.
La Policía israelí arrestó a siete palestinos en relación con el incidente. Algunos palestinos nunca han perdonado a Egipto por firmar un acuerdo de paz con el Estado judío en 1979.