09 octubre 2003
Bagdad, (EFE).- El agregado de la Embajada española en Bagdad, Jose Antonio Bernal, fue asesinado hoy en la puerta de su propio domicilio, en el barrio de Al Mansur, muy cerca de la Cancillería española y de la Residencia del embajador.
"Fue asesinado de un tiro en la nuca cuando intentaba escapar de sus agresores", confirmo el Encargado de Negocios Eduardo de Quesada, jefe de la misión diplomática española.
Bernal vivía solo en una calle muy tranquila, pero conectada con la avenida 14 de Ramadán, una de las principales arterias de la capital que une Bagdad con el norte del país, por lo que es probable que los agresores huyeran sin dificultades.
Un policía llamado Awad Eidan, que fue testigo de los hechos, explicó que los agresores de Bernal fueron cuatro hombres que llegaron a su domicilio en un coche de color marrón de marca Opel y con una placa de matriculación extranjera.
Del vehículo descendió un hombre "vestido con un turbante negro y una capa ligera de color negro, como las que suelen llevar los clérigos chiíes", dijo Eidan.
Fue ese individuo el que llamó a la casa de Bernal y éste bajó en persona a abrirle la puerta, sin que quede claro si ambos se conocían o no previamente.
Casualmente, el único vigilante que vive dentro del domicilio del agregado había salido esa mañana una hora antes y había dicho a los policías que se iba a la Universidad.
Al abrir Bernal la puerta, el visitante intentó empujarlo hacia el interior, pero ante la certeza de que corría peligro, Bernal le hizo a un lado, salió de su casa y se puso a correr hacia la izquierda buscando una escapatoria.
Al verlo correr, tres hombres más se bajaron del coche marrón con una pistola cada uno en la mano y le gritaron "párate, párate ahí", mientras él respondía también a gritos: "no, no".
Eidan dijo que cuando sólo había recorrido unos treinta metros, perseguido por sus agresores que le dispararon cuatro tiros sin alcanzarle, Bernal tropezó y cayó al suelo. Cuando estaba incorporándose, recibió un tiro mortal en la nuca.
Un capitán de la policía presente en el lugar de los hechos dijo que las balas eran de 9 milímetros y que salieron de una pistola de marca iraquí "Tarek".
La versión de Eidan fue confirmada por su compañero, Ahmed Ismail, que como él custodiaban la escuela sudanesa situada frente a la casa del diplomático español y que es una dependencia de la Embajada sudanesa.
De hecho, ambos ignoraban que en ese lugar habitase un ciudadano occidental, entre otras cosas porque habían llegado sólo dos días antes al lugar. Ninguno de los dos policías tienen armas y no habían recibido ni el más mínimo entrenamiento antes de apostarse en el lugar, según confesaron ellos mismos.
Bernal, que tenía algo más de 30 años, estaba casado y tenía una hija de tres años, pero había dejado a su familia en Madrid.
Suboficial del Ejército del Aire, había sido asignado a la Embajada de España como segundo agregado del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) hace aproximadamente dos años.
Bernal, junto al primer agregado del CNI, fueron los últimos en abandonar la Cancillería pocos días antes de que estallara la pasada guerra contra Iraq, y fueron asimismo los primeros en volver al poco de terminar la contienda.
Según pudo saber, Bernal contaba con un arma de protección personal, un fusil de asalto "kalashnikov" que adquirió al poco de llegar a Bagdad, pero su casa no tenía ninguna medida de protección adicional.
El barrio de Al Mansur, y en concreto el distrito de Al Mutanabi, es uno de los más exclusivos de Bagdad y en él se encuentran numerosas cancillerías, residencias de embajadores y domicilios de diplomáticos.