Gómez Palacio, Dgo.- Perturbado por los celos y bajo los efectos del alcohol y la droga, Andrés Roberto Salum de Palacio de 51 años de edad, decidió terminar con la vida de Guillermo F. Batarse Yacaman, quien por 36 años fuera su pareja sentimental, utilizando para tal fin una navaja con la que le infirió múltiples lesiones, una de ellas en la yugular, esta última mortal por necesidad.
El hoy occiso, de 54 años de edad, fue localizado ayer a las 16:40 horas, en el interior de una bañera en la recámara principal del inmueble ubicado en la calle Durango número 319 oriente, esquina con avenida Victoria de la colonia Las Rosas por parte de algunos de los familiares de la víctima que habían ido en su búsqueda, ya que tenían algunos días de no saber nada de su consanguíneo.
En el mismo lugar y resguardando el cuerpo de su pareja fue detenido Salum de Palacio, quien fue arrestado por elementos de la unidad 166 de la Dirección de Seguridad Pública, a quienes previamente se les había solicitado el apoyo para romper la chapa de la puerta principal del domicilio.
En cuanto los uniformados se percataron de lo sucedido se dio aviso al Ministerio Público de Delitos Contra la Vida, cuyo personal acudió hasta el lugar del crimen para hacer las primeras investigaciones y el levantamiento cadavérico,
Asimismo, agentes de la Policía Ministerial, encabezados por su comandante Mario Martínez Álvarez y el subrpocurador de Justicia en la Región Lagunera de Durango, Joaquín Saucedo Flores, hicieron acto de presencia, solicitando apoyo de unidades de la DSPM para que acordonaran el área, ya que para esos momentos eran muchos los curiosos que trataban de indagar qué había sucedido.
La confesión
Semidesnudo, con la cabeza recién rapada y todavía bajo los efectos del alcohol, el asesino confeso de Batarse Yacamán, permanecía hasta ayer por la tarde en una de las celdas de detención de la Dirección de Seguridad Pública, vigilado de cerca por un guardia para evitar que fuera atentar contra su vida.
Ante los representantes de El Siglo de Torreón, Andrés Roberto Salum de Palacio, accedió a dar su versión de los hechos, señalando que tomó la decisión de matar a su pareja -con la que había mantenido una relación amorosa de 36 años-, ya que la familia de Guillermo los intentaba separar por no convenir a sus intereses.
Además de que lo estaban presionando para que devolviera las escrituras de la casa donde vivió por muchos años con el occiso, así como los documentos de las seis zapaterías “Universal” que ambos tenían en esta ciudad y en la vecina entidad de Francisco I. Madero, Coahuila.
Según sus propias palabras, el sábado ocho del presente mes entre las 23:00 y 00:00 horas, al estar en el interior del domicilio Guillermo le dejó entrever que era mejor su separación para evitar problemas con la familia, situación que no le pareció justa a Andrés, sobreviniendo un enfrentamiento a golpes entre ambos.
Debido a su corpulencia fue sencillo para Andrés someter a su pareja, a quien luego de dejar atontado por los golpes, le asestó varios navajazos, -no supo precisar cuántos- al ver que no se moría decidió cortarle la yugular, provocándole una abundante hemorragia.
Luego de lo anterior lo metió a la tina de baño que se localiza en la recámara principal, para luego salirse a la calle y continuar ingiriendo bebidas embriagantes; ya por la madrugada regresó al domicilio donde permaneció con el cadáver hasta el día de ayer que fue descubierto por los familiares de Guillermo Batarse.
Con el rostro desencajado, Andrés Roberto terminó diciendo “no sé si me arrepiento pero sin él (el occiso) para que seguir viviendo”.
Por su parte el cuerpo de Batarse Yacomán fue trasladado al Servicio Médico Forense de la Sub Procuraduría de Justicia donde se le realizaría la necropsia de ley y así poder determinar con precisión la hora de su muerte y la cantidad de heridas que recibió.
El homicida confeso, al momento de ser interrogado por el reportero de El Siglo de Torreón, en las celdas de la Policía Preventiva, se encontraba semidesnudo, recientemente repado y con huellas de violencia en su rostro, (algunos rasguños y un hematoma en el ojo izquierdo), además de que era evidente que estaba bajo los efectos de algunas droga o estupefaciente, aunque él se concretó a decir que sólo había tomado bebidas embriagantes.