BELGRADO (AP) .- El primer ministro serbio Zoran Djindjic, figura clave de la revuelta que derrocó al ex presidente Slobodan Milosevic en octubre del 2000, fue asesinado el miércoles por pistoleros que lo abatieron a balazos frente al complejo de edificios del gobierno.
Djindjic murió de sus heridas en un hospital de Belgrado después de haber recibido heridas en el abdomen y la espalda, dijo el viceprimer ministro Nebojsa Covic. El gabinete se reunió en una sesión de emergencia y observó un minuto de silencio.
Dos personas fueron arrestadas y una resultó herida en el tiroteo, dijeron testigos.
El edificio donde ocurrió el atentado fue acordonado por las fuerzas de seguridad, que estacionaron tres ambulancias en el lugar. La policía detuvo el tráfico en el centro de Belgrado y comenzó a registrar vehículos y a verificar la identificación de sus ocupantes.
Djindjic, de 50 años, pareció haber sido objeto de un atentado el 21 de febrero, cuando un camión se interpuso de repente en la carrilera por donde viajaba su caravana motorizada rumbo al aeropuerto de Belgrado.
La caravana apenas evitó un choque. Más tarde Djindjic restó importancia al presunto intento de homicidio y dijo que se trataba de un "esfuerzo inútil" que no podría detener las reformas democráticas.
"Si alguien piensa que la ley y las reformas pueden ser detenidas eliminándome, vive de ilusiones", dijo el gobernante en aquél momento según el diario Politika.
Djindjic, que encabezó la revuelta popular que derrocó a Milosevic en octubre del 2000, tenía muchos enemigos debido a su posición reformista y pro-occidental.
Djindjic veía el destino de Serbia inexorablemente unido al de occidente y favorecía mayor cooperación con el Tribunal de Crímenes de Guerra de La Haya, donde Milosevic es juzgado al presente por acusaciones de genocidio y delitos de lesa humanidad.
El gobernante fue una figura clave en el arresto de Milosevic, en junio del 2001, y su entrega al Tribunal de Crímenes de Guerra. Esta acción le mereció críticas de los nacionalistas serbios, incluso su ex aliado Vojislav Kostunica, que renunció este mes como presidente yugoslavo tras la formación de un nuevo estado, Serbia-Montenegro.
Djindjic prometió recientemente a enviados occidentales que trataría de arrestar al ex comandante militar bosnio, general Ratko Mladic, que es buscado por el tribunal y se cree que está oculto en algún lugar de Serbia.