Otra vez tuvimos polémica por el arbitraje aunque en esta hay que decir que los quejosos no tienen razón; El incendio se declaró cuando el presidente de Colibríes de Morelos arremetió contra el Dr. Edgardo Codesal tras la derrota de su equipo en el estadio "Nemesio Díez".
El CPA Jorge Rodríguez Marié, visiblemente molesto, calificó de tendencioso el arbitraje de Germán Arredondo y acusó a Codesal de estar construyendo una casa en Morelos financiada por el Club Zacatepec. Según el dicho del iracundo aviador, todo esto forma parte de una intrincada conspiración para echar al cuadro morelense, antes Atlético Celaya, a la Primera "A".
Me parece que Jorge Rodríguez no tiene razón en protestar el arbitraje, dado que Toluca, simple y sencillamente, le caminó por encima a Colibríes; Es mas, si algún error existió, favoreció a su equipo al no señalarse un claro penal en contra.
El problema radica, a mi entender, en que el joven y exitoso empresario tiene demasiados asesores, y éstos le calientan la cabeza. Jorge debe aprender a ver el futbol con los ojos, no con los oídos y abstenerse de hacer declaraciones al calor de la derrota.
Debe comprender también que él es, además de propietario del equipo radicado en la ciudad de la eterna primavera, un hombre público con serias aspiraciones políticas y que este tipo de numeritos, en nada le ayudan a fomentar su imagen de gente de bien que sé, además, lo es.
Jamás se deben hacer acusaciones que no se puedan probar y la que ha lanzado el sábado pasado es de suyo, sumamente grave, independientemente de resultar ridículo que un equipo que juega en otra división, caso Zacatepec, promueva por vía deshonesta el perjuicio de Colibríes.
La bronca con las declaraciones tronantes contra el arbitraje la inició muy temprano en este campeonato Rafael Herrerías, propietario del Veracruz y pareció darle resultado; Ahora, todo mundo acusa de consigna, deshonestidad y robo y la Federación Mexicana de Futbol permanece muda al omitir sancionar a los rijosos.
Insisto en el tema, el que acusa debe probar y si no lo hace, recibir un castigo ejemplar.
Jorge Rodríguez y demás propietarios de equipo, sobre todo involucrados en el descenso, deberán hacer un pacto deportivo de civilidad y no vendarse el dedo antes de cortarse, pues son sus errores los que tienen a sus franquicias al borde del abismo.
Ojalá el Capitán se deshaga de tanto asesor malora que lo rodea, no le ponga en bandeja de plata pretexto a sus jugadores para no rendir, piense muy bien antes de hablar y por el bien de la afición morelense, salve al equipo.
En otro tema, pocas veces el deceso de una persona involucrada de alguna manera en el futbol ha sido tan sentida y levantado tanta solidaridad como la del "Comandante en Jefe" Gregorio Mendoza.
Hombre cabal, trabajador y honesto, fue guía para sus compañeros y un verdadero amigo para quienes tuvimos la suerte de estar a su alrededor.
Sencillo, Goyo, es recordado por un sinnúmero de anécdotas pero sobre todo por su generosidad. Un amigo mío lo recordaba con agradecimiento por franquearle, en secreto y sin permiso, la puerta de la oficina de Abraham Zabludovsky para solicitar "chamba"; Al día siguiente, en reconocimiento a su audacia y con la complicidad del "Comandante" el trabajo era suyo.
Así se las gastaba Gregorio Mendoza, que descanse en paz.