La aspirina infantil sólo podrá venderse en España con receta médica. La ministra de Sanidad española, Ana Pastor, anunció el miércoles el cambio en la forma de dispensación de este medicamento como una medida para prevenir la aparición del síndrome de Reye, una enfermedad rara que implica daño hepático y cerebral -encefalopatía- y que afecta sobre todo a niños que tienen entre cuatro y doce años.
La ministra afirmó que la relación entre la aparición del síndrome y la ingesta de aspirina para tratar procesos febriles previos, como gripe o varicela, se conoce desde hace años, pero que ha sido ahora cuando el Comité de Seguridad de Medicamentos de Uso Humano ha recomendado este cambio en la forma de dispensación. La última ficha técnica de la aspirina que recoge el Catálogo de especialidades farmacéuticas del Consejo General de Colegios Farmacéuticos ya advertía de que “el uso de salicilatos, particularmente el ácido acetilsalicílico (el principio activo de la aspirina), en niños con enfermedades febriles agudas podría estar relacionado con el desarrollo del síndrome de Reye -una encefalopatía de origen hepático con elevado índice de mortalidad-”. Por ello se recomendaba evitar el ácido acetilsalicílico para tratar la fiebre de los niños.
“En el prospecto ya se dice que no se debe dar cuando hay fiebre. Ahora, tenemos que avanzar con los estudios epidemiológicos para confirmar que este fármaco se podrá adquirir únicamente a través de prescripción facultativa”, insistió Pastor en rueda de prensa después de la aprobación de la Ley de Cohesión y Calidad por el Congreso. Sin alertas
La ministra recalcó, no obstante, que “no existe ninguna alerta” y que la decisión de este comité “forma parte del trabajo habitual de recomendaciones para velar por la salud de la población”. Además, aseguró que no se ha comunicado hasta el momento ningún caso del citado síndrome por esta causa. Lo que pretende el Ministerio de Sanidad es reforzar la advertencia que ya existe sobre los riesgos de los salicilatos en los niños e impedir la venta sin receta del medicamento. Con ello obliga a que haya un médico responsable de la administración de aspirina infantil a un menor, lo que supone también que habrá un mayor control. Todo ello si los farmacéuticos respetan la medida y no venden el producto sin receta.
Fuentes de Bayer, el laboratorio fabricante de la aspirina, afirmaron que estaban “satisfechos” con la medida. Según la interpretación de los portavoces de la multinacional alemana, al cambiar la forma de dispensación del producto y exigirse una receta se podrán ampliar las indicaciones de su uso, e incluir entre ellas la prevención de dolencias cardiovasculares.
El Reino Unido ya prohibió la venta de aspirina infantil en 1986 por su asociación con el síndrome de Reye, pero las autoridades sanitarias de la UE calificaron la decisión de “exagerada”.