Silvia Martínez Curiel asumió ayer, con carácter de encargada, la Dirección de la Escuela Superior de Música de la Universidad Juárez del Estado de Durango, y tendrá en su responsabilidad, además de iniciar las clases del semestre “A” 2003, la conducción del proceso interno para elegir director.
El secretario general de la UJED, Carlos Silerio Medina, informó que en la mañana José Ramón Hernández Meraz le había entregado el nombramiento a Martínez Curiel, después de que fue aceptada la solicitud de licencia que presentó Mario Bravo Lozano días antes, para separarse del cargo en búsqueda de la reelección.
La ahora encargada de la Dirección será la responsable de conducir el proceso interno para elegir director, convocar al Consejo Técnico Consultivo para definir la convocatoria, y para ello tiene todas las atribuciones, facultades y autoridad de todo director, señaló Silerio Medina.
Expresó su confianza en que la comunidad que conforma esta unidad académica llegue a un acuerdo, y elija a la persona que dirija los destinos de la institución por los próximos seis años, sin mayores problemas internos.
Como se dio a conocer, con fecha de 27 de enero Mario Bravo Lozano presentó al Rector solicitud para separarse del cargo de director, con el propósito de participar en el proceso interno y buscar la reelección, con base a que el 13 de marzo del presente año termina su período por acuerdo del Consejo Universitario.
La variante que se dio es que Bravo Lozano pidió la licencia para que comenzara a correr a partir del primero de febrero, sin embargo, fue desde ayer, cuando Silva Martínez, quien se avenía desempeñando como secretaria administrativa de la propia institución, asumió la responsabilidad de la Dirección.
Bravo Lozano ha señalado que es su deseo contender para el proceso de elección, para darle continuidad al proyecto que se inició al elevarse a nivel licenciatura la carrera de Profesor en Educación Musical, entre otros logros alcanzados en su período.
En su momento también explicó que se separa del cargo siguiendo la costumbre, de que cualquier universitario que desee contender a una dirección y éste tenga un puesto similar, debe separarse de su cargo para contener en igualdad de oportunidades.