15 octubre 2003
Jerusalén, (EFE y AP).- Al menos cuatro personas murieron hoy, y una resultó herida, al estallar un carga explosiva al paso de un convoy estadounidense de tres coches blindados en el que viajaban funcionarios de la Agencia Central de Información (CIA), informó la radio pública israelí.
El atentado se registró a dos kilómetros al sur del paso fronterizo de Erez contra la caravana estadounidense, en la cual, en contra de las primeras informaciones, no viajaba el mediador de paz John Wolf.
Fuentes de la embajada estadounidense, situada en Tel Aviv, dijeron que de hecho Wolf no se encuentra en Israel, aunque de momento se ignora si todas las víctimas son ciudadanos norteamericanos.
También se desconoce por ahora, según fuentes palestinas citadas por la radio pública israelí, si la causa fue una carga explosiva activada por control remoto al paso del convoy de la CIA, o si se trata de un ataque suicida. De momento, ninguna facción de la resistencia palestina se atribuyó el ataque.
La explosión se produjo entre las localidades palestinas de Bet Janún y Bet Lagye, en el norte de la franja de Gaza, y en la carretera que une esa zona con el sur de la franja de Gaza.
Uno de los coches, según testigos oculares, quedó prácticamente destruido debido a la potencia de la explosión. Muchas personas de las inmediaciones merodeaban en el lugar mientras las ambulancias palestinas evacuaban a las víctimas.
Es la primera vez que se ataca un blanco estadounidense en los territorios palestinos desde que estalló la más reciente ola de violencia hace tres años.
En Ramala, el líder palestino YaSser Arafat condenó el ataque, que consideró un "crimen" e indicó que ordenó una investigación. La agencia noticiosa oficial palestina Wafa dijo el miércoles que Arafat "condena enérgicamente el crimen dirigido contra supervisores estadounidenses". "El presidente ordenó la realización de una investigación conjunta con la parte estadounidense ... para descubrir quién está detrás de este horrible crimen", indicó Wafa.
Igualmente, el primer ministro palestino Ahmed Qureia denunció el ataque. "Condenamos enérgicamente este incidente y realizaremos una investigación, que seguiremos para encontrar la fuente de este ataque", dijo el funcionario a los periodistas en Cisjordania.
"Los sucedido es una prueba de que nadie es inmune, desgraciadamente, al terrorismo palestino, incluso cuando hablamos de los representantes de Estados Unidos, cuyo objetivo ha sido y sigue siendo hacer avanzar el acuerdo de paz entre las partes", afirmó por su parte Zalman Shoval, un asesor del primer ministro israelí Ariel Sharon.
Los grupos extremistas Hamas y Yihad Islámica reiteraron el miércoles que su conflicto es con Israel y que no atacan a funcionarios extranjeros. Sin embargo, no llegaron a negar abiertamente su participación en el ataque del miércoles.
La embajada estadounidense aconsejó a sus compatriotas que abandonen la Franja de Gaza. Una declaración colocada en la página de la internet de la embajada aconsejó que los estadounidenses deberían abandonar cuanto antes la Franja.
"El gobierno de Estados Unidos recomienda a todos los ciudadanos estadounidenses que abandonen el área lo más rápido posible, al mismo tiempo que evitan el área del ataque", indicó la nota. "Pedimos al gobierno israelí que facilite la evacuación de todo ciudadano estadounidense que desee abandonar la Franja de Gaza".