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SRINAGAR, INDIA.- Presuntos rebeldes islámicos detonaron una bomba en un túnel de la región india de Cachemira y se enfrentaron con las fuerzas armadas en combates en toda la región. El resurgimiento de la violencia provocó la muerte de 17 personas, dijeron las autoridades.
La bomba explotó en un túnel de la carretera que conecta a Srinagar y Jamu -capitales del verano e invierno del estado Jamu-Cachemira- matando a dos expertos que intentaban desactivarla e hiriendo a dos soldados, expresó la policía.
Miles de vehículos, entre ellos algunos del ejército y camiones, permanecieron varados por varias horas en ambos lados del Túnel Jawahar, localizado a una altura de 2,200 metros en la montaña Pir Panjal de los Himalayas.
Por otra parte, soldados del ejército de la India que realizaban patrullajes de rutina mataron a cinco guerrilleros que intentaron infiltrarse en la línea de cese de fuego que divide a Cachemira, dijo el brigadier R. Roy.
“Teníamos información sobre un posible intento de invasión y después de un largo operativo pudimos matar a cinco militantes extranjeros”, sostuvo Roy al referirse a los enfrentamientos que tenían lugar en las montañas del área de Nowgam, a unos 125 kilómetros al norte de Srinagar.
En otros sitios de la región, las fuerzas de seguridad y supuestos guerrilleros se enfrentaron en tres combates armados diferentes, dejando cuatro soldados y tres rebeldes muertos. Tres civiles murieron en el fuego cruzado, dijo una fuente policial a condición de mantener su nombre en el anonimato.
Los hechos de violencia tienen lugar dos días después de que soldados paramilitares de la India dijeron que mataron a Ghazi Baba, jefe del grupo Jaish-e Mohammed con sede en Pakistán.
Se sospechaba que Baba había sido el organizador del mortífero ataque contra el Parlamento de la India en diciembre del 2001.
Las autoridades consideran que la muerte de Ghazi Baba representa una importante pérdida para los rebeldes en Cachemira.
Más de 63,000 personas han muerto en enfrentamientos insurgentes en la India.
*Pakistán sostiene que respalda a los rebeldes ideológicamente, pero no con armas o dinero.