Una mujer y un niño caminan durante el atardecer en la playa de Kuta, sitio donde una bomba explotó hace un año en la zona hotelera de la isla de Bali. Más de 500 sobrevivientes y familiares de los que murieron en aquel terrible atentado llegaron a la ciudad para atender los servicios conmemorativos de la explosión que mató a más de 202 personas, en su mayoría extranjeros.