AGENCIAS
TEHERÁN, IRÁN.- La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) confirmó ayer que sus inspectores encontraron grandes cantidades de uranio enriquecido en la planta iraní de Natanz, aunque reconoció una mayor cooperación de Irán sobre su programa nuclear.
En un informe entregado ayer a los 35 países países miembros del Consejo de Gobernadores de la AIEA, el organismo afirmó que el programa nuclear iraní sigue constituyendo una “preocupación” global, por algunos “aspectos” relativos a la presencia de uranio.
“El programa nuclear iraní y sobre todo sus aspectos relativos al enriquecimiento de combustible nuclear siguen constituyendo una preocupación que debe disiparse rápidamente”, señaló el organismo de las Naciones Unidas (ONU), con sede en Viena, Austria.
En su informe, cuyo contenido trascendió entre la prensa internacional, la AIEA exhortó al gobierno de la República Islámica de Irán aclarar lo más pronto posible todas la dudas que existen sobre su programa nuclear y principalmente las relativos a Natanz.
El organismo, responsable de la regulación y observación nuclear de la ONU, no especificó la cantidad de uranio encontrado en la base iraní de Natanz, ubicada a unos 300 kilómetros al sur de Teherán, aunque confirmó la presencia de “grandes” porcentajes.
En una entrevista publicada ayer por el semanario alemán “Stern”, el director general de la AIEA, Mohammed ElBaradei, afirmó que los inspectores encontraron restos de altas cantidades de uranio durante su visita a Irán en junio pasado.
ElBaradei dijo que el uranio podría usarse en la fabricación de armas nucleares, aunque aclaró que no se encontró ninguna evidencia de que Irán esté desarrollando este tipo de armas, pero subrayó que la duda existe.
Estados Unidos ha acusado a Irán de desarrollar de manera secreta armas nucleares de destrucción masiva, aunque Teherán lo niega de manera tajante y asegura que sus programas son sólo con fines civiles.
Según el titular de la AIEA, las autoridades iraníes están al tanto de su descubrimiento, pero aseguran que los restos de uranio encontrado en la planta de Natanz provienen de máquinas adquiridas en el extranjero, que estaban contaminadas cuando llegaron a Teherán.
“Es probable una contaminación, pero la AIEA debe trabajar, investigar y aclarar todo. Irán debe poner todo sobre la mesa”, comentó ElBaradei.
En su informe, cuyas conclusiones finales serán presentadas oficialmente por el director general de la AIEA al Consejo de Gobernadores durante su reunión del mes próximo en Viena, el organismo exhortó a Irán a brindar una mayor cooperación.
El organismo reconoció que el régimen islámico ha dado pasos enormes en su cooperación con los inspectores armamentistas, pero lo exhorta a proseguir su colaboración con una mayor y total transparencia.