A la fecha no se conoce cura, únicamente se puede tratar con fármacos
SUN-AEE
MÉXICO, D. F.- En México al menos 1.6 millones de personas sufren del llamado trastorno bipolar, antes conocido como enfermedad maniaco-depresiva, cuyo origen esta ligado a la pobreza, entre otras causas, dijo Mauricio Tohen, profesor asociado de psiquiatría de la Escuela de Medicina de Harvard.
El especialista comentó que, aunque ésta patología ha sido estudiada por largo tiempo, a la fecha no se conoce cura, únicamente se puede tratar con fármacos para dar una mejor calidad de vida al paciente.
Explicó que uno de los factores que provoca la aparición de este mal es la pobreza, debido principalmente a la falta de atención médica de las madres durante la etapa de gestación del feto, por lo que recomendó realizar el diagnóstico en etapas tempranas, ya que al menos 20 por ciento de quienes lo padecen se suicidan.
Indicó que es difícil determinar este mal, que puede confundirse con esquizofrenia, trastorno de la personalidad o depresión, por lo cual las autoridades del sector salud deben emprender campañas de difusión para que la gente acuda a las clínicas por un chequeo médico.
El trastorno bipolar comienza a manifestarse en la adolescencia y entre jóvenes de 20 años, y continua a lo largo de la vida; no obstante, esto no implica que los niños estén exentos de presentar esta enfermedad.
El también miembro del área de investigación de conocido laboratorio del país, estableció que sin el tratamiento adecuado las personas afectadas a menudo participan en actividades autodestructivas como el abuso de drogas, gastos excesivos de dinero e incluso el suicidio.
En este sentido, señaló que del 25 al 50 por ciento de los pacientes con trastorno bipolar atentarán contra su vida por lo menos en una ocasión, y entre el diez y el 20 por ciento tendrán éxito en su intento.
Por otra parte, indicó que los adictos a la cocaína, activos alucinógenos o estimulantes, tienen un doble riesgo de contraer el mal, si además cuentan con antecedentes familiares de esta enfermedad.
El médico detalló que los síntomas más comunes del padecimiento son en la fase de manía: alteraciones del sueño, alto nivel de energía y actividad diaria, gran apetito, sentido del humor extremo, alta o muy alta autoestima, pensamientos positivos, peculiaridades en la forma de hablar, mayor respuesta ante los estímulos sexuales y marcadas relaciones afectivas con otras personas.
De acuerdo con los especialistas, existen cuatro etapas a lo largo de la enfermedad: la manía, que frecuentemente comienza con sufrimiento satisfactorio de energía, creatividad y actividad social incrementadas, lo que se prolonga al menos una semana, tiempo durante el que los pacientes aseguran carecer de comprensión y culpan a cualquier persona de sus dolencias.
Otro periodo es la hipomanía, en el que el paciente presenta un estado de ánimo elevado, se siente mejor y por lo mismo “decide” dejar el tratamiento médico, lo que implica una escalada hacia la manía o un descenso a la depresión. Las recaídas por este motivo, pueden darse hasta en el 90 por ciento de los casos.
La depresión, (episodio depresivo mayor) tiene manifestaciones de tristeza, decaimiento, melancolía y pérdida de interés en asuntos de vital importancia.
La cuarta etapa o ciclo rápido involucra un mayor número de episodios de manía y depresión en periodos de tiempo más corto y, frecuentemente se ven alterados durante el día pues las personas se encuentran agitadas, irritadas y deprimidas.