EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- A consecuencia de la extrema pobreza en el medio rural de la Comarca Lagunera, Organismos No Gubernamentales detectaron niveles severos de desnutrición en los niños. Además denuncian que son víctimas de violencia intrafamiliar.
Estrella Atilano de Faya, presidenta del Organismo No Gubernamental Amor al Ser Humano, asegura que la pobreza extrema está latente en las comunidades rurales de la Comarca Lagunera de Coahuila.
“La situación es crítica, tenemos detectados niveles de desnutrición de tercer grado que ponen en peligro la vida de los niños del campo. Hay pequeños que se han enfermado por falta de alimentos”.
En opinión de Estrella Atilano Faya, la sociedad debe buscar la manera de ayudar a los menores de escasos recursos económicos, sobre todo en estas fechas navideñas. “La gente se debe organizar para comprarle un juguete a estos pequeños, lo ideal sería una despensa, pero si no hay dinero para eso, de perdido un regalo para esta Navidad”.
Uno de los ejidos donde los campesinos y sus hijos viven una situación extrema a consecuencia de la falta de empleo y dinero, es el Cañón de Jimulco. Comunidades de Matamoros y San Pedro de las Colonias también son consideradas como focos rojos.
“Como quiera los ejidos de Torreón están cerca de la ciudad y tienen acceso a empleos, pero hay comunidades rurales muy alejadas donde ni siquiera hay medios de transporte”.
La presidenta de la Asociación señala que la pobreza extrema y la violencia intrafamiliar han obligado a varios menores de edad a salir de sus casas para trabajar en las calles pidiendo monedas a los conductores.
“Se convierten en niños en situación extraordinaria y están en constante riesgo. No es una solución darles monedas a los menores que trabajan en la calle, lo ideal es buscar alternativas y crearles oportunidades”.
La calle es un peligro para los infantes porque además de que corren el riesgo de ser atropellados, se exponen a problemas como la drogadicción, el alcoholismo o la prostitución, según considera Atilano de Faya.
Si alguien desea ayudar a esos niños, dice, en lugar de darles monedas deben canalizarlos al Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), incluso dar donativos en especie o en efectivo a los organismos que se dedican a la protección del infante.