El autismo es un mal neurológico tan frecuente como el síndrome de Down, pero ignorado y el cual recibe poca atención. En México uno de cada mil niños nace con autismo .
Existen millones de personas con capacidades diferentes en el orbe, muchas de ellas viven en una especie de mundos distintos, en los cuales el tiempo y muchas cosas transcurren de una manera muy especial.
Entre ellas están los autistas, quienes tienen sus propios ritmos de ser y por ello, en ocasiones, además de enfrentar una enfermedad, padecen una situación social que los lastima.
De acuerdo con especialistas, en el tratamiento de estas personas, los autistas tienen problemas en la interacción social y la comunicación, por lo tanto pueden padecer dificultades para mantener una conversación o mirar a alguien a los ojos.
Ocasionalmente, se comportan de una manera distintas, ejecutan movimientos en repetición. Hay veces en las cuales no pueden escuchar lo que se les dice hasta que no ponen sus lápices en línea, o vuelven a decir la misma frase una y otra vez.
Pueden batir sus brazos para demostrar que están contentos o se pueden lastimar para expresar que no lo están. Una persona con autismo puede tener síntomas diferentes, demostrar conductas distintas y venir de ambientes muy diversos que otra gente que también padece la enfermedad del autismo.
Los médicos consideran al autismo como un trastorno de espectro o un grupo de trastornos con una gama de características similares. Los doctores clasifican a personas con trastornos del espectro autista (ASD, por sus siglas en inglés) basándose en sus síntomas autísticos.
La causa
Todavía es un asunto que desconcierta a los especialistas, pues nadie está seguro de qué causa el autismo. Es un trastorno biológico complejo y no hay dos personas con autismo que sean iguales, por tal motivo, estas diferencias han llevado a los científicos a creer que es resultado de una combinación de causas: no están buscando una sola razón para explicar todos los casos.
La pequeñez de la circunferencia craneana al nacer y el posterior crecimiento excesivo del cerebro podrían ser razones clave del autismo, revelaron investigadores de la Universidad de California.
En un estudio publicado en la revista de la Sociedad Médica de EEUU (JAMA), los científicos identifican los primeros signos neurobiológicos del autismo en el primer año de vida un niño y afirman que existe la posibilidad de adelantar el diagnóstico, el tratamiento clínico y una posible intervención quirúrgica.
La amenaza del autismo se presenta en uno de cada 160 niños y es uno de los problemas neurológicos más comunes y graves de la niñez. Se caracteriza por un desequilibrio de la interacción social, la comunicación, el lenguaje y, en algunos casos, la esquizofrenia precoz.
LOS GENES PESAN
Los científicos afirman que los genes -partes muy pequeñas de material hereditario, es decir, que los padres los pasan a sus hijos- pueden ser una explicación al misterio del autismo. Cada persona recibe la mitad de sus genes de su madre y la otra mitad de su padre. El molde o la secuencia de los genes que se reciben es como un mapa que muestra al cuerpo cómo construir sus diferentes partes. La secuencia de genes en cada persona controla su altura, el color de su pelo, de sus ojos, y otras características de su cuerpo y mente. Cambios en ese mapa genético pueden causar cambios en la manera cómo el cuerpo y la mente se desarrollan. Los genes se encuentran en los cromosomas.
Los genes y los cromosomas dan al cuerpo toda la información que necesita para "fabricar" a un individuo.