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Autónomos/Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“Las colonias no dejan de serlo por ser

independientes”. Benjamin Disraeli

en un principio el anuncio del Ejército Zapatista de Liberación Nacional parecía absolutamente inocente: simplemente estaba creando 30 juntas de buen gobierno en los municipios que controla en Chiapas. ¿Quién puede objetar a un buen gobierno, especialmente en un país como el nuestro afectado durante tanto tiempo por malos gobiernos? sólo en segunda reflexión empieza a surgir el sentido real del anuncio. Estas juntas buscan constituirse en gobiernos autónomos que tendrán el poder de administrar, cobrar impuestos y proporcionar seguridad en sus municipios con independencia de los gobiernos estatal o federal.

Una treintena de municipios del estado de Chiapas, los cuales representan aproximadamente un tercio del territorio del estado, están siendo sometidos a este nuevo régimen autonómico.

Es significativo que el EZLN ha establecido este régimen por decisión unilateral, sin recurrir a ningún tipo de referéndum o votación democrática. Como consecuencia de esta autonomía, los gobiernos afiliados al EZLN han empezado ya a aplicar sus propios impuestos. El primero es el llamado “impuesto hermano”, un gravamen del 10 por ciento que se aplica a la distribución de productos y a los proyectos de ayuda a la comunidad.

Este impuesto se ejerce, según la información disponible, a todos los productos y servicios. Se trata de una especie de impuesto al valor agregado de aplicación universal que haría sentir orgulloso al propio secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz. Lo curioso es que los grupos progresistas que cuestionaban el intento del Gobierno Federal de cobrar IVA a libros y periódicos, por ejemplo, hoy aplauden este gravamen porque procede del EZLN.

Habrá que ver las consecuencias económicas del impuesto, particularmente cuando se grave a aquellas organizaciones no gubernamentales que buscan ayudar a los grupos marginados de la región y que ahora deberán pagar 10 por ciento de impuesto por el privilegio de hacerlo.

Si bien la extensión real de la autonomía de los municipios neozapatistas deberá determinarse con la práctica, la retórica de sus dirigentes hace pensar que la acción del Estado federal simplemente será descartada de ese tercio de Chiapas. Esto incluye una parte importante de la frontera con Guatemala. La abdicación de las funciones del Estado federal en cualquier parte del territorio nacional sería peligrosa, pero lo es más cuando ocurre en una zona fronteriza.

El gobierno de Vicente Fox, lejos de mostrarse inquieto por la determinación neozapatista de terminar formalmente con la soberanía del Estado mexicano sobre una parte del territorio nacional, parece dispuesto a apoyar la medida. El propio secretario de Gobernación, Santiago Creel, ha señalado que el Gobierno Federal va a respetar estas nuevas formas de gobierno. De hecho, ha aplaudido la iniciativa del EZLN.

El que un grupo dentro del territorio nacional busque la autonomía o incluso la independencia puede ser muy respetable. El Estado mexicano no ha sido de ninguna manera ejemplar y es lógico que distintos grupos quieran separarse de él.

Pero inquieta que este paso se esté dando en Chiapas sin siquiera un intento por darle legitimidad democrática a través de un referéndum. La simple palabra de los líderes del EZLN es supuestamente suficiente para que creamos que representan el sentir de la población indígena de la región.

El gobierno de Fox prefiere aceptar estos gobiernos autónomos antes que seguir manteniendo el esfuerzo por preservar la soberanía sobre todo el territorio nacional. Después de todo, ya desde hace años el EZLN tiene un control efectivo sobre buena parte de Chiapas. La lucha está perdida, por lo que es mejor simplemente dejar el territorio bajo el control del EZLN.

Quizá si se le permite al EZLN establecer sus formas de gobierno en esos municipios, el subcomandante Marcos estará finalmente dispuesto a firmar la paz con el gobierno de Fox y darle la legitimidad que éste tanto ha buscado entre los simpatizantes zapatistas.

El precedente, sin embargo, es muy peligroso. Ningún Gobierno puede estar tranquilo cuando acepta formalmente que hay una parte de su territorio donde no tiene jurisdicción, donde no puede cobrar impuestos, donde no puede hacerse cargo de la seguridad. Y esto es lo que está ocurriendo en los municipios autónomos del EZLN.

¿Otras autonomías?

Si el Gobierno Federal acepta la autonomía de los municipios neozapatistas de Chiapas, ¿por qué no la concede también a otras regiones del país? ¿Por qué no Campeche, que podría así beneficiarse de sus enormes recursos petroleros que ahora son saqueados sistemáticamente por Pemex y la federación? Correo electrónico: sergiosarmiento@todito.com

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