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WASHINGTON, EU.- Representantes de los pueblos indígenas de las Américas y países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) iniciaron ayer aquí la revisión del proyecto de Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Durante tres días, las partes buscarán avanzar hacia un borrador de declaración consensuado, aunque las diferentes visiones sobre el contenido de esta quedaron de manifiesto tan pronto como se iniciaron los trabajos en la sede de la OEA.
Para el embajador de Perú ante la OEA, Eduardo Ferrero Costa, quien preside el Grupo de Trabajo encargado de elaborar la declaración, los avances en reuniones previas, hacen abrigar la esperanza de que esta cita tendrá un resultado favorable.
“La negociación que hoy iniciamos tendrá como finalidad la búsqueda de consensos sobre el proyecto de declaración, que progresivamente se pretenderá lograr en esta reunión y en las siguientes rondas de negociaciones”, indicó el diplomático.
Ferrero habló así en la inauguración de los trabajos por el secretario general adjunto de la OEA, Luigi Enaudi, quien recordó el camino recorrido en pos de esta declaración, desde que en 1989 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se dedicó a ello.
En su discurso, Enaudi insistió en la necesidad de que el proceso sea inclusivo a lo largo de todo su camino, haciendo eco de reuniones anteriores en que las diferencias llevaron a los indígenas a acusar a los Estados de actitudes de exclusión.
En su turno, hablando en representación del Grupo de Pueblos Indígenas, Héctor Huerta, representante del Pueblo Cuna de Panamá, dejó en claro el rechazo de los indígenas a la noción de que ésta será una reunión de negociación.
“Ni los pueblos indígenas ni los gobiernos pueden ni deben negociar los derechos indígenas. Los derechos humanos son inherentes e inalienables. Los derechos humanos deben ser reconocidos, no pueden ser canjeados o comprometidos”, dijo.
El líder indígena rechazó además las voces de quienes piden acelerar este proceso, dejando en claro que los pueblos indígenas no sacrificarán el contenido de la declaración por aprobar un documento cuanto antes.
Recordó que las discusiones que se han llevado a cabo durante los últimos años en este grupo de trabajo, “han demostrado que hay muchos aspectos de este Proyecto de Declaración que todavía no establecen las normas mínimas de los derechos de los indígenas”.
Huerta advirtió que cualquier mecanismo o metodología de trabajo creado y resuelto por el grupo de trabajo para avanzar en los esfuerzos hacia la declaración “dejará de ser legítimo si pretende tener la autoridad para negociar los derechos humanos de otros”.