29 de noviembre de 2003
NAPOLES, Italia, (Reuters).- Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea dieron el sábado grandes pasos hacia un acuerdo sobre la distribución de la futura defensa del bloque, mientras las conversaciones sobre una nueva constitución mostraban los enfrentamientos más fuertes.
"Creo que fue un avance importante. Creo que en defensa deberíamos poder alcanzar un acuerdo", dijo el ministro griego de Relaciones Exteriores, George Papandreou, a Reuters Television, después de que Gran Bretaña, Francia y Alemania impulsaran propuestas conjuntas para los actuales y futuros miembros de la Europa de los 25.
Michel Barnier, representante de la Comisión Europea en las negociaciones, dijo que las partes estaban acercándose a un acuerdo bajo el cual todos los países respaldarían el compromiso de defensa mutua con los compromisos de la OTAN y que será aceptable para las cuatro naciones no alineadas.
"No estamos lejos ahora de un acuerdo sobre el capítulo de defensa. Aún no se ha alcanzado un acuerdo, pero nos estamos acercando", dijo Barnier en rueda de prensa.
Los diplomáticos dijeron que los informes sobre un acuerdo entre las tres grandes potencias militares de Europa incitaron al secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, a telefonear el viernes al menos a dos ministros que se encontraban en Nápoles para que le aclarasen ciertos aspectos.
Un funcionario del Departamento de Estado sugirió que Washington aún tenía preocupaciones de que los acuerdos propuestos, cuyos contenidos no se hicieron públicos, podrían finalmente rivalizar con la OTAN creando una pequeña célula de planificación militar de la UE independiente de la Alianza, encabezada por Estados Unidos.
DIFICULTAD PARA TENDER PUENTES
Los diplomáticos dijeron que el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Joschka Fischer, puso sobre la mesa la idea de los tres grandes a los ministros durante la cena y el secretario británico de Relaciones Exteriores, Jack Straw, confirmó el respaldo de Londres.
Los ministros de Defensa de la OTAN abordarán el tema durante la visita que el secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld, hará el domingo a Bruselas para la reunión habitual de la Alianza Atlántica.
El sábado los ministros de la UE comenzaron a reflexionar sobre los temas más divisorios respecto al voto de los países miembros en la toma de decisiones, y el tamaño de la futura Comisión Europea, así como los poderes del futuro ministro de Relaciones Exteriores del bloque.
El peso de los votos ha dividido profundamente al bloque, que negocia una constitución considerada básica una vez que la UE se expanda a 25 miembros el próximo mayo.
En juego está en el Tratado de Niza de 2000, según el cual España y Polonia recibieron un poder de votación mucho mayor que el tamaño de sus poblaciones.
Ambos países insisten en que no renunciarán a ella, y se oponen implacablemente al borrador de la Constitución, que apunta a que la mayoría de las decisiones se tomen por una "doble mayoría" de al menos la mitad de los Estados miembros, representando al 60 por ciento de la población del bloque.
El ministro italiano de Relaciones Exteriores, Franco Frattini, dijo el viernes que la presidencia italiana de la UE no se doblegará ante las peticiones españolas.
"España dijo con claridad que espera una contrapropuesta, una propuesta alternativa a la del tratado. La presidencia abrirá mañana un debate y de momento no hemos decidido no hacer una contrapropuesta", añadió.
Esta postura une a los enfadados Madrid y Varsovia, estableciendo el escenario para una posible confrontación en la cumbre de la UE en Bruselas de dentro de dos semanas que se espera perfile la Constitución final.