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SAN BERNARDINO,EU.-Residentes desplazados por los incendios forestales en el sur de California empezaban a regresar ayer a sus hogares tras un fin de semana en que el clima más fresco y la ausencia de vientos ayudaron a los bomberos a controlar las llamas.
Algunos evacuados recibieron el sábado permiso de las autoridades para ir a ver el estado de sus casas. JoDee Ewing y su esposo Steve hallaron que quedaba muy poco de su vivienda: la chimenea, los cimientos y, por alguna razón inexplicable, sus rosales.
“Todavía tengo rosales floreciendo”, dijo Ewing, de 40 años.
El incendio que comenzó el 25 de octubre consumió 36, 400 hectáreas. La semana pasada, ese incendio y media docena más en todo el sur de California habían quemado unas 300,000 hectáreas, cobrando la vida de 20 personas y destruyendo casi 3,400 casas.
La densa niebla, las bajas temperaturas e incluso la nieve hicieron más lento el avance de las llamas, que más de 12,000 bomberos combatían ayer por la mañana.
Las llamas que destruyeron la casa de los Ewing dejaron de avanzar el sábado. Los residentes del cercano Valle Big Bear podrán regresar el domingo a sus hogares.
“Está allí ahora, sin desplazarse”, dijo la jefa de bomberos de la ciudad Big Bear, Dana VanLuven, refiriéndose al incendio contenido en un 65 por ciento ayer temprano. “La amenaza es todavía muy real, pero tenemos confianza en que podemos detenerlo”.
Las autoridades dijeron que una persona provocó el incendio intencionalmente en una carretera que va desde San Bernardino al Upper Waterman Canyon, comunidad de 66 casas y una estación de bomberos. A excepción de ocho, todas las casas y la estación quedaron consumidas.
Las autoridades no han encontrado al incendiario.